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'Telecos'

Telefónica apunta a nuevos mercados y hace la oferta más alta por Cesky

Para encontrar la última compra realizada por Telefónica en Europa con un negocio de telefonía fija como protagonista hay que remontarse a 1999. Pero las cosas están a punto de cambiar. La española ha pujado fuerte en la privatización del 51% de la checa Cesky Telecom. Su oferta de 2.750 millones es la más alta y ha sido recomendada al Gobierno como la mejor.

Telefónica no es todavía la legítima dueña de su primera posesión en Europa del Este y de su mayor incursión en el continente desde la compra de licencias UMTS. Para que eso suceda tiene que reunirse el consejo de ministros de la República Checa y tomar la decisión, y esto es algo que, dadas las turbulencias políticas que vive el país, no tiene todavía fecha. Lo que sí tiene Telefónica son todas las papeletas a su favor. La operadora española ha hecho la oferta más alta entre las tres que han sido aceptadas y ha sido formalmente escogida como la mejor por la agencia estatal que administra la privatización.

El precio ofrecido por Telefónica es de 82.600 millones de coronas checas, el equivalente a 2.750 millones de euros. Su inmediato competidor, Swisscom, se ha quedado muy cerca, con una propuesta de 2.640 millones de euros. La tercera en la liza, Belgacom, ha sido la más rezagada, con 2.250 millones.

Al final, el esquema ha seguido las previsiones. France Télécom y el consorcio que formaba con firmas de capital riesgo ha sido descalificado, porque la propuesta y, sobre todo, las intenciones que tenían para Cesky nunca gustaron al Gobierno. Belgacom ha pujado, pero lo ha hecho con la oferta más baja. Swisscom y Telefónica, las favoritas, no han defraudado, en una competición que se demuestra ajustada por la diferencia de tan solo el 4% que hay entre una y otra propuesta económica.

La escasa diferencia ha beneficiado a Telefónica, que paga una prima del 25% sobre el precio de cotización de Cesky en Bolsa. Y esta referencia es importante, porque la compra del 51,1% en manos del Estado es sólo la primera parte de la operación. Si todo sale según lo previsto, Telefónica pagará 2.750 millones por el capital público y luego tendrá que lanzar una opa por el 48,9% restante que cotiza en Bolsa. Este paquete vale en el mercado unos 2.100 millones y tendrá que ser ofertado al mayor de tres precios: el equivalente al 85% del pagado al accionista mayoritario, el que estime un experto independiente y una media de cotización. La operación total, por tanto, podría rondar para Telefónica los 5.000 millones en caso de que la totalidad de los accionistas de Cesky acudiera a la opa, casi lo mismo que la adquisición de las diez filiales latinoamericanas de Bellsouth.

Para la española, esta compra es histórica por varios motivos. La última vez que la compañía adquirió un activo de calado en telefonía fija en Europa fue en 1999, con las compras de la austriaca European Telecom y de la italiana Atlanet. Ambas han sido vendidas, como también se ha dado marcha atrás al pretendido desembarco en el móvil europeo a través de la compra de licencias UMTS. En estos momentos, Telefónica sólo cuenta en el continente con los resquicios de la aventura celular, Endemol y el negocio de datos en Alemania y el Reino Unido. Junto con la presencia en la privatización de la operadora estatal turca, la compra de Cesky representa el interés de Telefónica por abrirse a nuevos mercados, para compensar la madurez del negocio en España.

La mayor privatización

La privatización de Cesky Telecom es la mayor realizada nunca en la República Checa y también la operación de más envergadura vivida entre los diez nuevos miembros recién incorporados a la Unión Europea. Iba a ser un logro del Gobierno, pero no está claro que vaya a recoger los frutos, puesto que el actual máximo mandatario se enfrentará mañana a una moción de censura de la que puede no salir airoso.Todo apunta, sin embargo, a que las turbulencias no afectarán a la privatización de Cesky, una compañía con una facturación de 2.070 millones de euros y 966 millones de Ebitda. La empresa contaba con 3,4 millones de clientes de telefonía fija a cierre de 2003, y tiene en estos momentos 130.000 usuarios de ADSL. Su filial de móvil, Eurotel, cuenta con 4,6 millones de usuarios. La población del país es de 10 millones, así que la tasa de penetración es muy inferior a la española, lo que deja potencial de crecimiento.

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