La encrucijada italiana
El consejo del BBVA aprobó ayer la opa (oferta pública de adquisición) por Banca Nazionale del Lavoro (BNL) anunciada el pasado 18 de marzo. Se inicia así formalmente la batalla por el sexto banco de Italia. Los resultados pueden tardar unos dos meses como máximo en conocerse, si una maniobra consentida o incluso impulsada por el gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio, no logra abortar antes toda la operación. Este desenlace supondría un duro golpe para el banco español -y una catástrofe para el sistema financiero italiano. Con un grado de dispersión e ineficiencia muy elevado, la banca italiana necesita de forma urgente competencia; y probablemente, inversores extranjeros. Tanto el BBVA como ABN Amro (por el Antonveneta) están dispuestos a ello. Frustrar estos intentos amenaza con condenar a la banca italiana a la irrelevancia y, a medio plazo, puede ocasionar graves problemas sistémicos.