El poder italiano frente a la ofensiva extranjera
Buscar el caballero blanco que haga frente a la ofensiva del BBVA no es tarea fácil. El empeño personal del gobernador vitalicio del Banco de Italia, Antonio Fazio, por mantener bajo control nacional a las entidades bancarias está resultando en un complejo mapa de intereses difíciles de casar. La doble ofensiva extranjera lanzada por el BBVA y el holandés ABN sobre Banca Nazionale del Lavoro (BNL) y el Banco Antonveneta supone dar un paso más hacia las fusiones transnacionales bancarias en Europa, tras la operación del Santander sobre el Abbey. Sin embargo, ha puesto en jaque al poder financiero del país, que, bajo el paraguas del gobernador, trata de hacer un frente común.
Las ecuaciones que barajan los expertos, en el caso de la operación del BBVA sobre BNL excluyen, inicialmente, a los cuatro primeros bancos-Banca Intesa, Unicredito, Sanpaolo-IMI (participado en el 8,6% por el Santander) y Capitalia-. De hecho, la única entidad que podía mostrar interés en hacerse con BNL, Unicredito, señaló ayer en boca de su presidente, Carlo Salvatori, que no está interesado en formar parte del grupo de oposición y de hecho, ya se mencionaba el precio ofrecido por el BBVA como el principal motivo. Los expertos apuntan a que su interés se dirige, más bien, a operaciones transfronterizas con el alemán HVB o el francés Société Générale.
Más allá de las cuatro primeras entidades, las miradas se centran en el quinto banco, Banco Monte dei Paschi, (MPS), presidido por Pier Luigi Fabrizi, y actual accionista de BNL con el 4,42% del capital. De hecho, MPS suena en casi todas las quinielas como la entidad que se uniría al actual grupo de oposición al BBVA, liderado por el empresario inmobiliario Caltagirone y que cuenta con el 24,2% de los títulos. MPS, sin embargo, ha querido dejar claro que aún no tiene tomada la decisión y el mercado apunta a que en gran parte vendrá determinada por la decisión de Fazio. Su alianza con el grupo opositor, de cualquier forma, no sería suficiente para sumar el 51% del capital que podría bloquear la ofensiva del banco presidido por Francisco González.
MPS, Unipol y Generali podrían ser las claves para el 'contrapacto'
Junto a MPS, los principales candidatos parecen ser la cuarta aseguradora, Unipol, que sumaría su participación, inferior al 2%, y Banco Popolare di Vicenza, que aportaría su 2,92%, según la información publicada ayer en Italia. Junto a estos posibles socios las informaciones, barajaban que los actuales socios del BBVA, el empresario Diego della Valle (4,9%) o la aseguradora Generali (8,71%) pudieran hacer frente común y unirse al grupo de Caltagirone. De hecho, Unipol, cuyos responsables acudieron ayer a la sede del Banco de Italia, parece interesada en incrementar su participación en BNL mediante la compra de la parte de su directo competidor, Generali. Precisamente, analistas italianos apuntan a que la 'solución italiana' podría venir de la mano de la aseguradora, a pesar de haber firmado hace un año un pacto de accionistas con BBVA. El banco español confía, sin embargo, en la firme fidelidad de sus socios. En cualquier caso y según la normativa italiana si se alcanzara el 30% del capital sería necesario lanzar un opa.
Pero en la búsqueda de un caballero blanco toman fuerza también otras opciones que involucran a bancos más pequeños o empresas de servicios financieros. Entre ellas esta el banco de inversión Mediobanca, con una capitalización de 10.187 millones de euros, y Mediolanum, grupo financiero participado por el primer ministro Silvio Berlusconi. Y entre las entidades que podrían estar interesadas, Banca Popolare di Lodi y Banca dell' Emilia Romagna, que señaló ayer que entraría en el proyecto si 'hubiera un proyecto creíble'. Mientras tanto, el Banco Popolare Unite y el Popular Emilia y Carige descartaron ayer unirse al grupo, al igual que lo hiciera el día de la opa el Banco Popolare de Verona y Novara.
Morgan Stanley señalaba que la apertura del sector italiano con estas dos primeras operaciones podrían dar lugar a un baile nacional, en el que sí participarían las grandes entidades del país. Y la banca alemana sería el siguiente paso.
Grandes bancos que aguardan respuesta
Detrás de las operaciones del BBVA y ABN Amro espera una larga lista de entidades que podrían tomar el testigo para fortalecer su participación en el sector financiero italiano. Entre los españoles se encuentra el Santander, que mantiene el 8,6% en Sanpaolo-IMI y que se ha mostrado dispuesto a incrementar a aumentar su inversión. Pero también los accionistas extranjeros de Banca Intesa -Crédit Agricole (18%) y Commerzbank (3,39%)-. Y el gigante holandés ABN Amro no limita su participación en el sector financiero italiano a Antonveneta, sino que también mantiene el 12,7% de Banca Antoniana Popolare Veneta y el 9% en Capitalia. La apertura del sector financiero italiano, un sector muy fragmentado con cerca de un millar de entidades, podría ser el comienzo de la transformación del mapa europeo.