Tipos de interés al alza en EE UU
En línea con las previsiones del mercado y de los analistas, la Reserva Federal decidió ayer seguir adelante en su política gradual de alza de los tipos de interés. El Comité de Mercado Abierto ha optado, una vez más, por seguir los consejos del presidente de la Fed y el incremento ha sido de 25 puntos básicos y no de 50, como pretendían los sectores del sistema financiero estadounidense que más temen a la inflación. El tipo básico de los fondos federales ha pasado así del 2,50% al 2,75%.
Aunque Alan Greenspan se ha alineado claramente con quienes propugnan priorizar la lucha contra la inflación, su visión de cómo hacer más dura la política monetaria es bien diferente. En lugar de una orientación de shock, el gradualismo de Greenspan intenta combinar la defensa del sistema financiero con la búsqueda de una solución a los desequilibrios estructurales de la economía de EE UU.
La reafirmación de la política de elevación de tipos iniciada en junio del año pasado toma en cuenta los indicios de reactivación de la inflación y así lo manifiesta la Fed en su comunicado de ayer. El temor a que la inflación se dispare aterra al sistema financiero y al propio Greenspan. En este sentido, parece pleno de sentido el curso adoptado, pues las bajadas continuadas de 2001 a 2004 habían configurado una política monetaria muy laxa que recordaba a la de la década inflacionaria de los setenta.
La subida de tipos mantiene el atractivo de EE UU para los capitales que financian su déficit externo. Sin embargo, aunque cumple con el objetivo de alejar cualquier crisis de confianza en la moneda, no elimina la situación deficitaria de la balanza de pagos. Pero este problema no es sólo monetario, sino fundamentalmente económico. Para Greenspan se trata de contener la inflación y evitar una crisis de los mercados. Aprovecha para ello el fuerte tirón que muestra la economía de EE UU y administra las subidas de tipos en función de la marcha de la economía en su conjunto. Algo que parece bastante razonable.