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El nuevo mapa financiero europeo

La banca española lidera los cambios en el Viejo Continente

La batalla europea de la banca ha comenzado. Y los dos primeros bancos españoles lideran la transformación en un sector que hasta ahora se había mantenido ajeno a las fusiones transfronterizas. El movimiento del BBVA supone seguir los pasos de su eterno competidor, el Santander, que fue el pionero en lanzarse a la aventura de adquirir a una entidad europea, el británico Abbey National. En esta ocasión, Francisco González ha levantado los resquicios de los reguladores italianos y ha puesto en jaque a las autoridades de Competencia europeas, que han tenido que esforzarse para evitar que se viole la normativa de la libre competencia.

La decisión del BBVA ha estado precedida de semanas de incertidumbre y conflicto entre los dos grupos de poder en la entidad italiana. Y es que el banco presidido por Francisco González, con el 14,7% del capital, lidera el grupo de control de Banca Nazionale de Lavoro (BNL), presidido por Luigi Abete. Junto al BBVA, que posee cuatro de los 13 asientos del consejo, se sientan el empresario italiano del calzado Diego Della Valle, que posee el 5,2%, y la aseguradora Generali, con el 8,5%. Juntos suman el 28,4% del capital, lo que provocó que se formara, el pasado mes de julio, un contrapacto al grupo de control, liderado por el constructor italiano Francesco Caltagirone, que posee el 24,5% del capital.

Fuera de la batalla entre los dos grupos están Monte dei Paschi, con el 4,9%, y Banca Popolare di Vicenza, con el 3,5%, además de otros accionistas minoritarios. Tanto el BBVA como Caltagirone han mantenido en los últimos días conversaciones con los accionistas para tratar de reforzar sus alianzas, algo que no llegó a buen puerto.

Conflicto con el Banco de Italia

Pero la batalla por hacerse con el control de la sexta entidad italiana ha trascendido más allá de la pugna entre accionistas y se unía al interés expreso del holandés ABN Amro por aumentar su participación del 12,7% en Banca Antonveneta. De hecho, la negativa del Banco de Italia y su gobernador, Antonio Fazio, para que la banca extranjera ganara poder en el sector financiero italiano llevó incluso a las autoridades europeas de Competencia a llamar la atención al regulador bancario italiano para que eliminara el bloqueo a la participación extranjera.

El conflicto subió de tono en los últimos días y el ministro de asuntos parlamentarios italiano, Carlo Giovarnardi, llegó a señalar que 'Italia no puede permitir que sus bancos sean colonizados o conquistados por grupos extranjeros que tienen un menor interés en la economía italiana'. El presidente de BNL llegó a salir en defensa de su accionista mayoritario tras las críticas recibidas por parte del Banco de Italia.

En un año de beneficios récord para la banca europea, a las puertas de la entrada en vigor de la nueva normativa contable y la regulación de Basilea II, la banca española ha tomado el liderazgo de la consolidación del sector, no sin hacer frente a dificultades, y de forma que equilibre los niveles de riesgos que asume por sus inversiones latinoamericanas.

Botín también juega sus cartas con su posición en el San Paolo

 

 

El Grupo Santander tiene en Italia una situación estratégica, pero no inmune. Su condición de máximo accionista del San Paolo, tercer banco del país, no evitó que en noviembre del año pasado se fraguara una operación a sus espaldas: el intento de fusión entre el banco transalpino y el belga Dexia. Al final todo quedó en agua de borrajas, por la negativa de los accionistas belgas a respaldar la operación. Las tres fundaciones accionistas del San Paolo, la Compagnia de San Paolo, Carisbo y Cariparo, que controlan un 24,7%, negociaron la fusión con Dexia sin el conocimiento del Santander, que posee un 8,6% del banco. De esa unión habría surgido el cuarto grupo bancario de la zona euro. Emilio Botín, presidente del Santander, mostró su satisfacción en la presentación de resultados del banco por que la fusión no prosperara, al entender que 'no creaba valor' para sus accionistas. A los pocos días, el presidente del banco italiano aseguró que 'no se dan por vencidos' y que seguirá moviéndose en todas direcciones para alcanzar su objetivo de una fusión transnacional. El Santander, al igual que el BBVA en en sexto banco italiano BNL, forma parte de un pacto de accionistas que supone la unión del 27,84% de las acciones con derecho a voto y el 33% del capital.

Diversificación

 

 

Las carteras latinoamericanas y la exposición al riesgo de la banca española están propiciando, en parte, la necesidad de diversificación de los dos principales bancos, el Santander y el BBVA. Además, según los expertos, la entrada en vigor de la nueva normativa contable y la regulación de Basilea II promueve las fusiones entre entidades.

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