El futuro del combustible de hidrógeno pasa por Canadá
Vancouver tendrá en los Juegos de Invierno de 2010 una red de surtidores en una autopista ecológica
Todavía queda un lustro para que se celebren los Juegos Olímpicos de Invierno en Vancouver, pero las tecnologías limpias ya se han apuntado una medalla en Canadá: la Hydrogen Highway o Autopista del Hidrógeno. Más de 160 kilómetros de carretera entre Vancouver y la estación de esquí de Whistler que dispondrán de un sistema de producción y abastecimiento de hidrógeno para vehículos propulsados por pilas de combustible. Este entramado de infraestructura y logística entrará en pleno funcionamiento en 2010, cuando den comienzo las competiciones, pero los primeros surtidores se verán a partir de 2007.
Detrás de esta iniciativa anda Fuel Cells Canada, una asociación industrial en la que participan tanto empresas del sector privado como instituciones públicas del país norteamericano. Para Alison Grigg, responsable del proyecto, 'la Autopista del Hidrógeno es una metáfora destinada a difundir la comercialización de las pilas de combustible'.
¿Pero qué es una pila de combustible? Estas pilas son dispositivos que, a partir de la combinación química del hidrógeno y del oxígeno, producen electricidad, calor y vapor de agua. Por lo tanto, no contaminan. Sus aplicaciones potenciales son de lo más variadas: desde servir de batería para un ordenador portátil a actuar como generador de electricidad de un chalé. Los prototipos confirman que la tecnología funciona.
La Autopista del Hidrógeno constará de siete puntos de distribución entre Whistler y Victoria, la capital de la Columbia Británica. Pero, 'a largo plazo, el objetivo es conectar esta red con la que se está desarrollando paralelamente en California (EE UU)', dice Erin Bigelow, portavoz de Fuel Cells Canada.
Para el Ministerio canadiense de Recursos Naturales, la Autopista del Hidrógeno demostrará 'la viabilidad (...) de una infraestructura energética basada en el hidrógeno. En este sentido, la autopista conduce hacia la futura economía del hidrógeno.' Canadá es hoy uno de los países punteros en el desarrollo de las pilas de combustible, junto con EE UU, Japón y Alemania. El 54% de los vehículos de hidrógeno de todo el mundo utilizan componentes canadienses. En el país de la Commonwealth, esta industria da trabajo a 2.600 personas en más de 80 compañías y tuvo unos ingresos de 117 millones de euros en 2003, un 40% más que el año anterior.
La automoción figura entre los principales impulsores de esta tecnología porque, como señala Alison Grigg, 'es una de las áreas que puede sacar mayores beneficios. Las energías limpias no han conseguido entrar plenamente en ella y los combustibles fósiles serán cada vez más caros de extraer.'
Pero aún queda un largo camino por delante para estas pilas. 'Todavía no hay una red para el abastecimiento de hidrógeno, es necesario saber cómo evaluar la pureza del combustible y, al tratarse de un nuevo mercado, no existe demanda', indica Grigg. A esto hay que sumar algunos desafíos técnicos, como los costes de producción del hidrógeno, la eficiencia energética de las pilas y el volumen de combustible que cabe en un depósito.
Madrid y Barcelona, con tres autobuses de hidrógeno cada una, son dos de las diez ciudades europeas donde circulan los primeros vehículos experimentales. En ambas ciudades se utiliza tecnología canadiense.
Canadá es, junto a EE UU, Japón y Alemania, uno de los líderes en esta tecnología. Un 54% de los prototipos de coches emplean piezas canadienses