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CincoSentidos

Cigales, a la conquista del mercado de los tintos

Cigales es conocida por sus rosados, vinos jóvenes, ligeros y afrutados, fáciles de beber, elaborados a la manera tradicional de los claretes, con uva tinta y blanca. Pero en los últimos cinco años esta pequeña denominación ha comenzado a apostar por los tintos. Desde luego condiciones no le faltan.

Es una comarca tradicionalmente vinícola -se hacía vino en el siglo X-, localizada a ambos márgenes del Pisuerga, al norte de Valladolid, una zona con fuertes contrastes de temperatura, seca, bien soleada y con terrenos pobres, muy adecuados para la vid. Se cultiva sobre todo la variedad tinta del país, la tempranillo, base de los rosados e imprescindible en los tintos, junto a la garnacha tinta y la garnacha gris y las viníferas blancas verdejo y albillo, que se utilizan en la elaboración de blancos.

Hasta hace bien poco los rosados acaparaban toda la producción, y todavía hoy siguen siendo una baza importante de los vinos embotellados, pero las cosas han empezado a cambiar. Bodegas como Traslanzas (un proyecto, con otros socios, de la enóloga Ana Martín, responsable de vinos magníficos como Guitián o Terras Gauda) llegaron hasta aquí intuyendo el potencial de las cepas viejas de tempranillo (hay viñedos que datan de 1940), y empezaron a producir un excelente tinto (la primera añada, la del 98), abriendo camino a otras bodegas de la zona como Lezcano-Lacalle o César Príncipe, al tiempo que desembarcaban en Cigales nombres conocidos como la riojana Barón de Ley con su bodega Museum, o bodegas Matarromera, de la Ribera del Duero, que se instaló en Bodegas Valdelosfrailes.

Este movimiento ha llevado a que la producción de Cigales se reparta hoy al 50% entre tintos y rosados. En opinión de Ignacio Príncipe, gerente de Bodegas Príncipe, 'se han dado pasos de gigante, pero a pequeña escala, ya que hace cuatro años casi nadie se planteaba hacer tintos en una zona tan pequeña en la que siguen existiendo graneles'. Sin embargo todo apunta que los tintos de esta DO pueden competir con las vecinas Toro y Ribera del Duero, porque 'la materia prima es muy buena, con viñas muy viejas que bien trabajadas darán lugar a vinos de mucha calidad, tintos muy limpios y con personalidad', apunta Ana Martín, enóloga de Bodegas Traslanzas.

A día de hoy de las 35 bodegas inscritas en la denominación, 28 ya elaboran tintos, unos vinos muy oscuros, cubiertos, con mucha fruta y marcada tanicidad -muchos todavía un tanto rústicos- que demuestran una buena capacidad de envejecimiento. Y a precios razonables.

La cosecha de 2004, calificada de excelente

Aromáticos, afrutados, carnosos, potentes, largos y con carácter. Así son los mejores tintos de Cigales, como el elegante Traslanzas 2001, lleno de matices (17 euros); el Pago de las Costanas 2000, complejo y equilibrado (17 euros); el César Príncipe 2002, intenso y aterciopelado (16 euros); el Lezcano-Lacalle Dú 2000, redondo, frutal, especiado (16 euros); el Viña Concejo 2003, potente y tánico (9 euros) o el Museum Real 2000, goloso y fácil de beber.Y los que vienen, tanto los están en proceso de crianza (algunos pudieron catarse en una feria organizada por el consejo regulador de la DO), como por los que saldrán al mercado de la cosecha 2004, cuya calificación para los tintos ha sido la de excelente.

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