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Actividad económica

El consumo privado y la construcción sostienen la economía

La economía española terminó el año 2004 con un crecimiento del 2,7% en precios constantes, sustentada en el consumo privado y público, la construcción y la recuperación de la inversión en equipamiento empresarial.

La información difundida ayer por Estadística (que confirma la adelantada el pasado 15 de febrero) revela que la demanda externa sigue restando casi dos puntos al crecimiento (1,7% en el ejercicio natural, 1,9% en el cuarto trimestre), lo que constituye la parte más negativa de un modelo de crecimiento aún desequilibrado. Con este crecimiento económico, la economía generó 354.000 nuevos puestos de trabajo (avance del 2,1%, ligeramente superior al registrado en 2003).

Los últimos meses del año han experimentado una vigorosa recuperación de la actividad, con un crecimiento intertrimestral del 0,8% (desconocido el resto del año), amparado en el consumo, la construcción y una ligera mejora del sector exterior. Con el avance del 2,7% prácticamente se logró la última previsión del Gobierno del 2,8%, ya modificada por el ex ministro Rato.

El PIB se acelera y crece el 2,7% en 2004, el mejor dato en tres años

El desequilibrio interno (mucho consumo y poca inversión o ésta sesgada a la construcción) se ha corregido en parte con la recuperación de la inversión en equipamiento, pese al comportamiento más remiso en la parte final del año. Pero persiste la aportación muy voluminosa del consumo interno, también virado hacia los servicios en la última parte del año, así como la firmeza de la inversión en construcción.

El ejercicio ha dibujado un perfil de actividad creciente. La demanda interna ha aportado 4,4 puntos de crecimiento y el sector exterior ha restado 1,7 puntos. La interna ha mostrado un comportamiento sólido en el consumo de los hogares, y una aceleración sostenida tanto en gasto de las Administraciones públicas (más demanda de bienes y servicios y más pagos salariales) como en inversión en equipo y construcción.

El equipamiento ha aumentado un 5,8% en el año, frente a un 1% en 2003, lo que puede considerarse como la consolidación de esta variable, si bien es cierto que se nota cierto parón a fin de año, y no debe olvidarse que hace cuatro trimestres registraba aún valores negativos.

La inversión agregada creció un 4,6% (6% en el cuarto trimestre), punto y medio por encima de 2003, y sigue mostrando un gran protagonismo en esta variable la construcción. Desde principios del año se ha acelerado (arrancó con tasas del 4,1% y finalizó con el 4,9%), con aportaciones muy paralelas de la inversión residencial como en infraestructuras.

Desde el punto de vista de la oferta, en 2004 destaca la mayor aportación de todas las ramas de actividad industrial y de los servicios, así como por la construcción (sólo en el segundo semestre), mientras que la agricultura alivia su carácter contractivo.

La industria experimentó, no obstante, un pequeño frenazo en la última parte del año. En materia de empleo, por contra, registra una nueva contracción en términos de media anual, y, sin embargo, rompe la tendencia y comienza a crecer en el último trimestre. Los servicios iniciaron el año con desaceleración y han terminado el año cambiando la tendencia, fundamentalmente por la aceleración de los no expuestos al régimen de mercado. La construcción, por su parte, creció menos que en 2003 (4,3% frente a 3,7%), pero ha recuperado firmeza hacia el final del ejercicio.

El beneficio crece más que el salario

El reparto del producto interior bruto según las rentas generadas (reparto de la riqueza nacional) revela una desaceleración de la remuneración salarial, y un aumento creciente de los excedentes de explotación de las empresas. Si en 2003 las rentas salariales avanzaron un 6,7%, el año pasado sólo lo hicieron en un 6,2%, y terminaron el ejercicio con un avance interanual nominal del 6,1%. Los beneficios, por su parte, cerraron el año avanzando a tasas superiores al 8% (8,1%), y saldaron el año con avance nominal del 7,3%, frente al 5,4% de 2003. Así, recuperan mayor parte de la riqueza nacional que los salarios.Por lo que se refiere a su participación en la tarta nacional, los excedentes suponen el 39,77% del total, mientras que los salarios llegan al 49,31% todavía. El resto de la tarta la configuran los impuestos (netos de subvenciones) sobre producción e importación. Esta variable creció un 12,2% en 2004, algo más que en 2003.El PIB nominal de España en 2004 llegó a 798.672 millones de euros (1,05 billones de dólares a tipo de cambio actual).

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