El 'sí' logra un triunfo rotundo
El resultado de la consulta de ayer convierte a España en el primer país de la Unión Europea que ratifica por referéndum el Tratado Constitucional.
El resultado de la consulta de ayer convierte a España en el primer país de la Unión Europea que ratifica por referéndum el Tratado Constitucional. Lo ha hecho por una aplastante mayoría, pues cuatro de cada cinco votantes se han decantado por el sí, aunque con un alto porcentaje de abstención, el 57%.
Si bien se trata de la participación más baja de los cuatro referendos convocados en España desde la transición, sólo se queda a menos de tres puntos de las últimas elecciones europeas (junio de 2004), que se saldaron con un índice de participación del 45%. El referéndum de la reforma política (diciembre de 1976) arrojó una abstención del 22%, el de la Constitución de 1978, del 32% y el de la OTAN de 1986, del 40%.
En estas tres últimas consultas se produjo una alta movilización ciudadana y, en el caso de las últimas europeas, un clima de abierto enfrentamiento político que, pese a todo, no logró llevar hasta las urnas a más del 55% del censo. Ayer, después de una campaña de perfil muy plano que se vio distorsionada por asuntos cruciales de política interna como el 'plan Ibarretxe' y en la que los partidos encontraron serias dificultades para profundizar en el contenido del Tratado sometido a consulta, se acercaron a las urnas más de 14 millones de ciudadanos, el 42% del censo electoral.
Canarias es la comunidad con mayor porcentaje de síes y el País Vasco con la de noes.
Por comunidades, Canarias es la que registró un mayor porcentaje de apoyo a la Constitución europea, con el 86% de síes. También reflejaron un respaldo superior al 80% Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Galicia y Murcia. Los territorios en los que se dieron mayor número de noes, en porcentaje, fueron el País Vasco, con el 33%, Navarra, con el 29% y Cataluña, con el 28%. La mayor participación se dio en Extremadura, donde votó casi el 50% del censo, en las dos Castillas, Aragón, Cantabria y la comunidad valenciana. Los mayores índices de abstención se registraron en Baleares, Canarias, el País Vasco, Asturias, Cataluña y Andalucía.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó anoche desde el Palacio de La Moncloa que se siente 'muy satisfecho' de la participación de los españoles en la consulta. 'Los españoles han hecho hoy historia en Europa con el sí claro y rotundo que han dado a la Constitución Europea', señaló el presidente.
Tras la ratificación del Tratado en referéndum, está previsto que el Gobierno traslade en breve al Congreso de los Diputados un proyecto de ley orgánica para que las dos Cámaras puedan refrendar la Constitución. El trámite tiene garantizada de antemano la mayoría absoluta puesto que será apoyado, como mínimo, por el PSOE y el PP, además de por los principales partidos nacionalistas que han hecho campaña a favor del sí.
El referéndum de ayer sienta un importante precedente en el resto de la Unión. Hasta ahora, tres países europeos, todos ellos de la ampliación, han optado por ratificar el Tratado sólo mediante la aprobación en sus respectivos parlamentos. Se trata de Lituania, Hungría y Eslovenia. A lo largo de 2005 lo prevén someter a referéndum Francia, Holanda, Luxemburgo, Polonia e Irlanda y el año que viene harán otro tanto Portugal, Dinamarca, la República Checa y Gran Bretaña. El resto de la Unión rehusará, probablemente, la vía de la consulta ciudadana y lo ratificará a través de sus respectivos parlamentos.
El Gobierno era consciente de la importancia de la cita celebrada ayer tanto para la política interna como por su repercusión internacional. El presidente del PP, Mariano Rajoy, se mostró satisfecho por el respaldo de los españoles a la Constitución, pero precisó que la participación en el referéndum, 'la más baja en España desde 1977, supone un fracaso'.
Rajoy afirmó en una rueda de prensa que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, 'quiso ser un modelo para Europa y se precipitó al convocar este referéndum, que se ha celebrado sin que los españoles tuvieran la información necesaria'.
El líder popular añadió que 'los españoles han votado sí, como les había pedido el PP porque era bueno para España', y agradeció la contribución de los militantes y votantes del Partido Popular. Su secretario general, Ángel Acebes, se felicitó por el sí mayoritario a la Constitución pero culpó al Gobierno de la baja participación. En la agenda inicial del principal partido de la oposición figuraba su interés en aprovechar la consulta para erosionar al Ejecutivo en el caso de que se produjera, como así ha sucedido, una abstención superior al 50%.
Tanto Rajoy como el resto de los dirigentes de su partido, no han perdido oportunidad de jalear durante la campaña los posibles errores del Gobierno en esta convocatoria. Mientras Zapatero llamó a los ciudadanos a sentirse orgullosos de votar sí, Rajoy ha respaldado la Constitución pero ha reprochado al Ejecutivo sus 'mezquindades', relacionadas todas ellas con aspectos colaterales al Tratado: desde una posición supuestamente debilitada de España para negociar las perspectivas financieras con vistas al periodo 2007-2013, hasta la presunta pérdida de peso institucional respecto al Tratado de Niza, sin olvidar la pretendida falta de neutralidad en la difusión de la campaña institucional.
En el Gobierno se ha tenido siempre la impresión de que el sí del Partido Popular al Tratado escondía detrás la búsqueda oculta de un revés en la consulta para erosionar el cartel de Zapatero a once meses de su victoria electoral. 'No lo consiguieron en las pasadas elecciones europeas y lo están intentando ahora de forma muy sibilina', afirmaba la semana pasada un ministro del área política del Gabinete socialista. En La Moncloa se ha hecho también un seguimiento regular de los medios de comunicación conservadores, la mayoría de los cuales han acompañado al PP en su estrategia de personificar en José Luis Rodríguez Zapatero un posible fracaso de la consulta medido en el nivel de participación en la misma.
Pese a todas estas circunstancias, el PP ha acompañado formalmente al PSOE en la defensa de la Constitución europea, al igual que CiU, PNV y Coalición Canaria. Todas estas fuerzas políticas suman el 90% de la representación ciudadana en el Parlamento, frente a los partidarios del no, entre ellos los dos principales socios del Gobierno en esta legislatura: Esquerra Republicana de Cataluña e Izquierda Unida. En Cataluña, el sí obtuvo ayer casi el 65% del voto, frente al 28% de noes. La participación fue cercana al 41%.
Desde la óptica europea, el referéndum de ayer sienta el primer precedente en el ámbito de la Unión a 25. Si las consultas que faltan por celebrarse en Europa tuvieran un desenlace similar, y la ratificación por parte de los diferentes parlamentos se solventara sin problemas, la Constitución podría entrar en vigor a finales de 2006.
De cualquier modo, hay establecido un plazo hasta octubre del año que viene para que el Consejo Europeo examine el futuro del Tratado en el supuesto de que no haya sido ratificado por algún país miembro.
El problema sería menor si lo hubieran ratificado para entonces al menos 20 Estados, aunque no se oculta el desastre que supondría, por ejemplo, que Francia diera la espalda al texto constitucional. La semana pasada, uno de los representantes españoles que participó en la Convención hacía ver que el Tratado es el resultado de una compleja negociación a 25 países con orígenes e intereses dispares.
Muchos de ellos fueron recogidos en el Consejo de Bruselas de junio de 2004. Con posterioridad, la Convención europea elaboró el texto del Tratado tras 17 meses de arduo trabajo. Su resultado se contrasta en 448 artículos y 36 protocolos a los que España dijo ayer sí por mayoría aplastante.
El tercer referéndum en el ranking de 'síes'
De los cuatro referendos convocados en España desde la transición, el de ayer ocupa el tercer lugar en cuanto al porcentaje de votos positivos, con el 76% frente al 17% de noes. En la primera consulta de esta naturaleza, celebrada en diciembre de 1976 para refrendar la Ley de Reforma Política, el 94,4% de los ciudadanos votaron afirmativamente, frente a un porcentaje mínimo, del 2,5% de votos negativos.Dos años más tarde, se convocó el referéndum para ratificar la Constitución de 1978. En aquella ocasión, el 88,5% de los ciudadanos apoyó la Carta Magna, frente a sólo el 7,8% que rechazó su texto.En 1986, se celebró el referéndum de ratificación del ingreso de España en la OTAN. En este caso, los votos afirmativos fueron del 53% frente al 40,3% de votos negativos. El ex presidente socialista Felipe González reconoció años después de esta consulta que su convocatoria fue un error personal por el riesgo que la misma llevaba implícito.