Adecuar las oposiciones
La reciente publicación en el BOE de la oferta de empleo para 2005 en la Administración General del Estado ha generado alguna inquietud entre los opositores. El motivo de la preocupación ha sido que el real decreto en cuestión precisaba la necesidad de disminuir 'el peso de las pruebas basadas en la exposición memorística' y de asociar las exigencias de los exámenes a los puestos de trabajo a los que se aspira.
Sin alterar los programas y las características generales de las pruebas, el decreto se orienta a llevar adelante una modernización del sistema de oposiciones, fomentando los ejercicios prácticos y de aptitud para seleccionar a los mejores candidatos para la función requerida. Una política a todas luces necesaria, pues la formación general de los candidatos especificada en los programas no debe estar reñida con una adecuada especialización.