Los esfuerzos de Deloitte y Garrigues se concentran ahora en encontrar oficina
Las dos principales empresas que ocupaban el edificio Windsor, Deloitte y Garrigues, continúan muy pendientes de las noticias que reciban los bomberos respecto a la posibilidad de recuperar los aparatos informáticos situados en la planta tercera, a la que no llegaron las llamas. De poder acceder a ellos, ambas empresas reconstruirán gran parte de los datos perdidos. Mientras, los esfuerzos de las dos firmas se centran en encontrar una nueva ubicación para sus trabajadores.
Tanto Deloitte como Garrigues han conseguido ya restablecer sus comunicaciones electrónicas y sus profesionales han comenzado a trabajar con relativa normalidad. 'Es un paso más en la vuelta a la normalidad', señalaban ayer en las empresas afectadas. Además, durante este fin de semana la firma auditora recibirá una remesa de alrededor de 600 ordenadores que HP mandará ya cargados, con los sistemas que utiliza la auditora, conexión a internet y correo electrónico.
De esta forma, los trabajadores de Deloitte que perdieron sus ordenadores en el incendio (algunos tenían su portátil fuera de la oficina, pero otros se quemaron) tendrán una herramienta de trabajo.
Con este problema resuelto, el objetivo principal se centra ahora en encontrar una ubicación para los 1.200 empleados que ocupaban 20 plantas de la torre Windsor.
Los abogados de Garrigues siguen alojados en un centro de IBM
Durante toda la tarde de ayer el comité de dirección de la firma estuvo reunido con departamento inmobiliario para decidir una posible ubicación, que en todo caso, será provisional para sus empleados. Aunque se barajan numerosos edificios, la decisión final aún no ha sido adoptada.
En todo caso, los expertos en mercado inmobiliario consideran que encontrar una nuevo edificio para una empresa de las dimensiones de Deloitte en Azca es improbable, y creen que la firma tendrá que plantearse su traslado a zonas aledañas y redistribuir a sus empleados en varias oficinas o agruparse en un mismo edificio en la periferia o zonas próximas a la M-30 como el Campo de las Naciones.
Fuentes de Deloitte aseguran que, de momento, las dos plantas que les ha cedido Accenture en Torre Picasso, les servirán de cuartel general durante un buen periodo de tiempo. Ya ayer eran numerosos los trabajadores que trabajaban en este edificio, que fue sede de la auditora hasta la absorción de Andersen. De hecho, hay quien ha regresado a ocupar su antiguo despacho en la torre desde la que se ven los restos humeantes del edificio Windsor.
También buscan unas nuevas oficinas en Garrigues. Los trabajadores del bufete, que ocupaban dos plantas del Windsor, continúan realojados en un centro de IBM especialmente concebido para atender esos imprevistos. Pero no son los únicos clientes de la empresa de servicios informáticos, por lo que pronto deberán buscar un espacio para los abogados de los departamentos de procesal, propiedad industrial e intelectual y tecnologías de la información, así como la Agencia de la propiedad industrial e intelectual.
Garrigues tiene en principio más facilidad para encontrar metros cuadrados, ya que en el Windsor sólo ocupaban dos plantas. Sin embargo, hay una baza que juega en su contra. Y es el hecho de que el mercado conoce de sobra la intención de la firma de concentrar a todos sus profesionales de Madrid en un edificio de la calle Hermosilla. Y el traslado está previsto para antes de que acabe el año, por lo que los posibles arrendadores sabrán de antemano que se trata de un alquiler demasiado provisional como para permitir una serie de obras e infraestructuras que demanda la firma.
Apoyo de la Fiscalía
Al igual que hizo el martes el Consejo General del Poder Judicial, también el Fiscal General del Estado, Cándido Conde-Pumpido, anunció ayer que ha ordenado a los fiscales que apoyen ante los juzgados y tribunales las peticiones de prórroga y suspensión que planteen los abogados cuyos despachos han sido afectados por el incendio del edificio Windsor. El fiscal general explicó que así los abogados tendrán tiempo para poder hacerse de nuevo con la documentación perdida en el incendio.