La vocación internacional
¿Habrá que dejar pronto de hablar de fabricantes franceses de automóviles? Los incondicionales de Renault y PSA se sorprenderán al descubrir que los dos grandes grupos fabrican casi uno de cada dos vehículos fuera del Francia. Y que no falta mucho para que se supere la barrera del 50%. Para ciertos espíritus apesadumbrados, especialmente entre los sindicatos, esta llamada internacional ha privado a las cadenas de ensamblaje del hexágono de una porción de empleos.
Tienen memoria corta y olvidan que (...) a finales del siglo XX (...) Renault y PSA estaban abocados a una absorción o a la muerte lenta. La internacionalización ha sido necesaria para garantizar su supervivencia. Una opción más justificada hoy que nunca a la vista de la agonía de Fiat, que jugó la carta equivocada de permanecer anclado en su territorio. Mientras que los modelos de la marca italiana tienen dificultades en encontrar un comprador, incluso en su propio mercado, en México y Turquía, China y Brasil, Irán y Argentina, en África y Medio Oriente, se circula cada vez más en Renault, Peugeot o Citroën. Y se espera conquistar a los automovilistas indios, rusos, de Europa central y oriental (...). Cuando sus principales competidores sufren o avanzan a velocidad reducida, Renault y PSA pisan el acelerador.