Un desierto de diseño
Todo empezó en 1885. Hasta entonces, aquel era un lugar perdido en territorio de los indios cahuillas. Pero un astuto abogado de San Francisco le vio posibles a la inmensa cantidad de agua que, paradójicamente, brotaba en aquel solario; con sólo cuatro días de lluvia al año, el sol hace allí de los inviernos papel mojado. Abrió un balneario para explotar uno de los manantiales que acabarían dando nombre al sitio.
Con abundante sol y agua (aunque ésta fuera subterránea), el desierto estaba abocado a convertirse en oasis. Ahora mismo, en lo que sigue pareciendo un pueblecito con cuatro calles, se jactan de tener 110 campos de golf, y una piscina por vivienda, más o menos.
Los primeros que pusieron de moda The Springs (como decían familiarmente) fueron los artistas de Hollywood; gente como Valentino, Clark Gable, Creta Garbo, los hermanos Marx, pero también millonarios excéntricos y celebridades como Einstein.
En 1935, Frank Capra rodó Lost Horizon en los Cañones Indios que rodean el enclave. Así que la fama se fue extendiendo y continuaron llegando nuevas remesas de famosos, como Bing Crosby, Kirk Douglas, Bob Hope o Frank Sinatra. Muchos se construyeron casas y -sobre todo en el caso de Hope o Sinatra- se implicaron activamente en la vida de aquella comunidad.
El resultado de todo esto es que Palm Springs acabó transformándose en un epítome de buena arquitectura. Los primeros edificios respondían al estilo que llaman allí mission architecture, y todavía en los años veinte se imitaba el renacimiento italiano y español, con el llamado spanish colonial revival. Pero coincidiendo con la edad de oro de la arquitectura americana (años 50 y 60) se fue imponiendo el international style de la vanguardia, dando origen a una versión local bautizada como desert modernism. Arquitectos como Albert Frey, William Cody, Donald Wexler, John Porter Clark y otros convirtieron aquel páramo exclusivo en un exquisito laboratorio.
A comienzos de los 50, una constructora de Los Ángeles, The George Alexander Construction Company, se instaló en Palm Springs y llegó a levantar más de 2.500 casas unifamiliares, diseñadas por el arquitecto William Krisel. El modernismo del desierto experimentaba con nuevos materiales y técnicas, buscaba por igual la claridad y la privacidad. Ahora, las casas Alexander se cotizan como pieza de arte.
El extenso patrimonio de edificios de mitad de siglo, muy bien conservado, sin apenas paja en la carnadura urbana, ha hecho de Palm Springs una meca para amantes de la arquitectura. Se hacen tours temáticos guiados, y una vez al año celebran una semana de puertas abiertas, en la que organismos o particulares permiten ver el interior de sus inmuebles, y agasajan a los curiosos con bebidas y golosinas.
Y es que Palm Spring es una comunidad muy especial. Marcada por el cine, claro está: hay media docena de festivales al año, el más importante, el que se celebra en enero. Es también una meca de la comunidad gay; se jactan de que allí se puede pasar cada weekend del año en un hotel gay diferente. El desierto es otro de los grandes activos; aquel es un borde del desierto de Colorado, y se organizan todo tipo de tours y safaris sobre cualquier semoviente, sea camello, 4x4 o globo aerostático.
Algo muy especial son los Indian Canyons, de cruda belleza. El Desert Museum, alojado en un soberbio edificio que Stewart Williams proyectó en 1976 y amplió en 1996, puede ser un buen prólogo para ese diálogo con el desierto americano.
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US Airways (901 117 073) vuela diariamente de Madrid a Los Ángeles vía Filadelfia, cuya nueva terminal permite una conexión rápida y cómoda; ésta compañía mantiene actualmente (hasta marzo de 2005) una oferta a Los Ángeles a partir de 397 euros i/v en clase turista, y desde 2.690 euros i/v (tasas y gastos de gestión no incluidos) en Business Envoy Class, para salidas desde Madrid o cualquier otra ciudad de España, con vuelo operado por la compañía Spanair.Para llegar a Palm Springs por avión, se puede conectar desde Los Ángeles con los vuelos de United Airlines (que pertenece a Star Alliance, como US Airways, lo que permite acumular millas en los programas de fidelización); la tarifa a Palm Springs es a partir de 749 euros (tasas y gastos de gestión no incluidos).Palm Mountain Resort (155 South Belardo Road, tel. 760 325 1301, www.palmmountainresort.com), muy céntrico, con bungalows en torno a un jardín con piscina.Riviera (1600 North Indian Canyon Drive, 760 327 8311, www.psriviera.com), tal vez el mayor y más célebre resort de Palm Springs, con un Wall of Fame (muro de la fama) donde aparecen los personajes célebres que han pasado por el hotel desde los años sesenta. Para quienes quieran alquilar una auténtica casa Alexander de los 50, meticulosamente restaurada y con muebles y equipamiento de época: 1003 Twin Palms, en Twin Palms Estates, Minkbruce@aol.com, 213 591 1110.
The Falls Prime Steakhouse & Martín Bar (155 South Palm Canyon Drive, teléfono 760 272 4252, www.thefallsprimesteakhouse.com), en pleno centro de la más popular plaza de la localidad, tal vez el mejor sitio para cenar, con bar en el piso alto a cielo abierto. Rick's Restaurant (1973 N. Palm Canyon Drive, 760 416 0090), comida americana. Kaiser Grille (205 S. Palm Canyon Drive, 760 323 1003), comida típicamente californiana.