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Los cuchilleros europeos se unen contra la invasión asiática

Los productores de tres capitales suscriben hoy la Declaración de Albacete

Bernardo de Miguel Bruselas Rafael Durán Madrid

Navajas, tijeras y cuchillos europeos se alzarán hoy en Fráncfort contra la invasión de productos de allende las fronteras del Viejo Continente. Albacete, Solingen (Alemania) y Thiers (Francia), los tres principales centros de la tradición cuchillera europea, exigirán a las instituciones comunitarias que impidan la importación de productos etiquetados con 'símbolos, nombres, orígenes o imágenes que son propios de nuestro acervo cultural e industrial'.

Los alcaldes de las tres ciudades presentarán en la feria Ambiente de Fráncfort la llamada Declaración de Albacete, un grito de socorro para garantizar 'el futuro de la artesanía y de la industria cuchillera en Europa'. Los alcaldes piden que se 'establezca la obligación de identificar el origen del producto para su introducción en nuestro ámbito geográfico'.

'Es una defensa de lo local, pero no localista, sino europea', asegura Manuel Pérez Castell, alcalde socialista de Albacete, impulsor de la iniciativa. 'El proyecto incide en un triple concepto: promover el comercio propio, defender el carácter cultural de determinadas piezas y poner sobre el tablero de Europa la necesidad de salvaguardar las identidades de los pueblos', afirma Pérez Castell.

La ciudad manchega concentra el 90% del total de la actividad en España, que factura unos 84 millones de euros

'Utilizan indebidamente nuestras señas de identidad, engañando al consumidor y dañando nuestra imagen', denuncia el texto dirigido por las tres ciudades a la Comisión Europea. Los cuchilleros recuerdan a Bruselas que el proyecto de Constitución Europea obliga a la Unión a 'ofrecer a los ciudadanos un mercado interior de competencia libre y no falseada'.

Constituida por pequeñas y medianas empresas, la cuchillería albaceteña se agrupa en 80 sociedades, con un número de empleados medio de 10 a 20 trabajadores. Sólo Cuchillería Arcos llega a 400 empleados. En total, el sector, ubicado en un 90% en Albacete, donde da empleo a unas 2.000 personas, factura 84 millones de euros y exporta por valor de 24 millones.

En Francia, la cuna cuchillera está en Thiers (en el centro del país), con el 70% de la producción y prestigiosas casas como Laguiole, fundada hace dos siglos. Sin embargo, 'hoy nos enfrentamos a la competencia de países con costes salariales de 10 a 15 veces más baratos', según el alcalde de la ciudad, Thierry Deglon, informa Sara Acosta. El resultado ha sido una pérdida de beneficios de entre el 20% y 25% en los últimos 10 años por productos como los chinos 'de calidad mediocre, que invaden el mercado sin que el consumidor conozca su procedencia', explica Pierre Thérias, presidente de la Federación Francesa de Cuchillería. Y esta tendencia también se ha traducido en la pérdida de empleos. En Thiers, la cuchillería representa 2.500 empleos, el 20% del total de puestos de trabajo.

La tercera ciudad de este frente europeo, Solingen (Alemania), de 165.000 habitantes, tiene también amplia tradición cuchillera y de cubertería desde el siglo XII. Esta industria llegó a dar empleo al 75% de la población. Hoy, algo más del 25% de los trabajadores de la industria transformadora están ocupados en la fabricación de cuchillos. En 2003, el sector facturó en la zona 511 millones de euros, un 0,3% más que en 2002.

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