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Banca

Basilea II, un nicho de negocio para las firmas de software

Del ábaco a los sistemas para la gestión de las reglas de negocio hay un trecho. La tecnología es una aliada secular de las finanzas, más aún en una época, como la actual, en la que medir y cuantificar el riego es el eje de la actividad bancaria. Y la única forma de hacerlo es contando con las ayuda de las nuevas tecnologías.

La última vuelta de tuerca que van a dar las entidades financieras será su ajuste a los acuerdos de Basilea II, una serie de normas aplicadas al ámbito de la gestión del riesgo financiero. Su cumplimiento pasa por una transformación de los sistemas tecnológicos y de la mentalidad de los bancos respecto a ellos. Las compañías europeas del sector financiero están en ello.

Basilea II es un acuerdo de capitales, una serie de normas sobre los recursos propios que deben tener este tipo de instituciones a disposición con el fin de cubrir pérdidas inesperadas. Las normas establecidas en el mes de junio del año pasado en el llamado Nuevo Acuerdo de Capitales, o Basilea II, pretenden optimizar la gestión del riesgo y armonizar las normas a nivel internacional.

Los grandes bancos invertirán unos 50 millones para adaptarse a Basilea II

A diferencia de la normativa anterior, Basilea II establece que el capital que las entidades deben provisionar para sus operaciones varía según la diversidad de sus actividades, países en los que operen, etcétera.

Basilea II significa 'un cambio de mentalidad', señala Jorge Soley, profesor del de IESE y autor del libro Basilea II: Una nueva forma de relación Banca-Empresa, 'que lleva a calcular el riesgo con mayor finura que antes y a hacerlo de una forma automatizada'.

Pero optimizar la gestión de los imprevistos requiere un mejor manejo de la información, 'un control tecnológico absoluto', puntualiza Marie-Claude Belda, directora comercial de ILOG, empresa de software que comercializa sistemas de reglas de negocio.

Con la normativa aprobada en junio de 2004 e incorporada a una directiva europea en elaboración, cambia el planteamiento de las entidades al 'poner el énfasis en la gestión del riego por cliente y no por producto', señala Jorge Soley.

Los nuevos sistemas de gestión permitirán una 'metodología más precisa', señala una fuente del sector bancario, y más exhaustiva, puesto que se manejarán enormes volúmenes de datos históricos remontándose cinco o siete años atrás.

Para acometer todo eso, las entidades financieras deberán realizar un extenso proceso de homogeneización de sus datos, consolidación de la información procedentes de diferentes fuentes, regiones, etcétera, análisis de datos y reporting. Y la única forma de acometer esos cambios será recurrir a las empresas de software. Los bancos deberán abandonar su 'autarquía informática', el 'yo me lo guiso yo me lo como', explica Fernando Rumbero, director general de la filial de Cognos en España, 'es ahora cuando comienzan a abrir sus puertas a la incorporación de sistemas ajenos'.

Las inversiones para lograrlo serán notables, los principales bancos del mundo estiman que la adaptación de sus sistemas de tecnologías de la información a Basilea les costará más de 50 millones de euros, según un estudio de 2004 elaborado por las firmas Accenture, Mercer Oliver Wyman y SAP entre 97 de los mayores bancos del mundo.

Hasta ahora los sistemas de los bancos y cajas han sido generalmente desarrollados dentro de la misma entidad. Gran parte de la compleja gestión de la información se ha realizado casi manualmente, explican fuentes bancarias españolas. De manera que la fiabilidad de una gran parte de la información ha sido baja por su desestructuración en islas inconexas, así lo reconocen casi dos tercios de los encuestados por Accenture, que admiten que sus sistemas de gestión de riesgo son pobres o mediocres.

Con Basilea II se tenderá a una automatización de todos esos procesos que liberará muchos recursos, tanto financieros como humanos, opina Rumbero. Eso permitirá un 'aumento de la competencia en los préstamos a particulares y pequeñas y medianas empresas', así lo expone la consultora Accenture en su informe. 'Cuanto mejor sea la gestión del riesgo, menos recursos propios consumirán las entidades y más competitivas serán', señala Soley. La mayoría confían en ampliar los préstamos a particulares sin garantía, mientras que el 48% espera un aumento de las hipotecas a particulares y el 45% predice más crédito para pymes una vez que la normativa de Basilea II esté operativa.

Pero el resultado de Basilea II deberá traducirse también en una mayor trasparencia, reconocen los expertos del ámbito, respecto a los organismos reguladores y agentes económicos. Con la nueva norma las entidades financieras 'tendrán que operar de forma más transparente y ágil', explica Marie-Claude Belda.

De momento, los bancos españoles están en ello, aunque las entidades del sector consultadas reconocen ya una inercia entre los principales bancos y cajas de este país para integrar sistemas ajenos al departamento de tecnologías de la información para la gestión de la nueva normativa.

Disciplina aplicada a las operaciones

Los acuerdos de Basilea pretenden optimizar el capital que las entidades financieras inmovilizan en sus operaciones. Basilea II es una recomendación del Banco Internacional de Pagos, sin carácter vinculante aunque la UE tramita actualmente una directiva que recoge estas recomendaciones.Tres son los pilares en los que se asientan los consejos de Basilea II: por un lado se establece cómo debe medirse el capital y el riesgo, un segundo pilar se establece en torno a la trasparencia respecto a los organismos reguladores, es decir, cómo debe ser el proceso de control, y una tercera base deriva de las reglas de juego que se establecen en cuanto a la disciplina y procesos que documenten los estados financieros de las entidades.

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