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Inmigración

Salvación demográfica, de momento

Los 450.000 nuevos inmigrantes empadronados en 2004 llevan su cifra total a tres millones y medio, según el padrón de 2005 avanzado ayer por la presidenta del INE, lo que supone el 8% de los 43,7 millones de habitantes de España.

La afluencia masiva de inmigrantes durante el último lustro ha insuflado una necesaria dosis de juventud a la población en España, que cuenta con una de las tasas de natalidad más bajas del mundo. Se trata, además, de población dispuesta a trabajar: uno de cada cuatro nuevos cotizantes de 2004 era de origen extranjero, totalizando ya el 6% de los afiliados a la Seguridad Social. Y lo mismo se espera para los próximos años: la última proyección del INE calcula en más de 300.000 la entrada anual de inmigrantes, al menos hasta 2008.

La tarea pendiente es regularizar a todos los residentes actuales y futuros, más allá de su inscripción en la nómina municipal de vecinos. El recién aplicado reglamento de regularizaciones está llamado, según el Gobierno, a introducir en la Seguridad Social a unos 800.000 inmigrantes.

Pese a esta evolución, el Banco de España advirtió hace menos de un mes de que la inmigración no asegurará las pensiones futuras, porque los nuevos cotizantes actuales serán pasivos dentro de veinte o treinta años. La solución al problema pasa, según la entidad gobernada por Jaime Caruana, por retrasar la edad de jubilación.

Los inmigrantes son ya el 8% de los residentes en España

El fenómeno de la inmigración es muy reciente en España, sobre todo si se compara con países como Francia y Alemania. Sin embargo, el ritmo ha sido mucho más intenso en nuestro país: en apenas cinco años, el porcentaje respecto a la población total ha pasado del 2,3% al 8%.La presidenta del Instituto Nacional de Estadística, Carmen Alcaide, avanzó ayer las grandes cifras del padrón municipal a 1 de enero de 2005, en las que destaca la de 3,5 millones de inmigrantes. La población española supera ya los 43.700.000 habitantes, medio millón más que hace un año. Este avance poblacional se debe casi en su totalidad a los 450.000 nuevos inmigrantes.El fenómeno no es nuevo: la población española se estancó en la década de los noventa en el entorno de los 40 millones de habitantes. El fuerte repunte del último lustro, hasta contar 3,5 millones más, está muy correlacionado con la entrada de inmigrantes, dado que el crecimiento vegetativo es mínimo.Alcaide explicó estos datos en una entrevista realizada por la agencia EFE, aunque puntualizó que son 'muy provisionales', ya que ni siquiera son aún oficiales las cifras de extranjeros a 1 de enero de 2004. La evolución del número de inmigrantes en los últimos cinco años no se ha dado en ningún otro país, destacó Alcaide, aunque puntualizó que se trata de 'entradas nuevas en el padrón' y no de entradas en España. Por eso, a su juicio, hay que tener 'mucho cuidado' al utilizar los datos del padrón para hablar de 'efecto llamada', pues las cifras 'más elevadas' de los últimos meses de 2004 'no quieren decir que esos extranjeros hayan entrado, sino simplemente que se han empadronado: gente que no estaba segura y que cuando se habla de poder normalizar su situación se empadrona, aunque sea tarde'. A pesar de estas precisiones, Alcaide considera que, con el fenómeno de la reagrupación familiar, es 'muy difícil que el ritmo de crecimiento de la población extranjera se desacelere seriamente en los próximos dos o tres años'.Las cifras de 1 de enero de 2004 muestran 3.050.000 extranjeros empadronados y 1.977.000 con tarjeta de residencia, lo que arroja el dato de casi un millón de irregulares. Eso sí, la presidenta del INE resaltó que muchos de ellos son europeos comunitarios.Hay que tener en cuenta además la cifra de extranjeros que viven en el país sin estar empadronados, un dato del que, reconoció Alcaide, 'no se tiene ni idea'.

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