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Tribuna
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Un compromiso de la Agencia Tributaria

Vivimos en un entorno económico cambiante, en el que el fraude fiscal evoluciona y las Administraciones tributarias tienen que adaptar permanentemente sus estrategias y programas de control. Por esta razón, el Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes un Plan de Prevención del Fraude Fiscal que va a reorientar las actuaciones de control tributario en los próximos años para lograr mayor eficacia.

Este Plan ha sido elaborado por la Agencia Tributaria, aunque dado su carácter abierto y participativo, se puede afirmar que es un Plan de todos los que consideran que el fraude fiscal es una realidad a combatir por el conjunto de la sociedad.

No en vano, el borrador del Plan ha sido divulgado en la página web de la Agencia Tributaria, lo que ha permitido que todos los ciudadanos y organizaciones que lo han considerado oportuno hayan formulado propuestas y observaciones. Se han recibido más de 500 observaciones, muchas de las cuales han servido bien para enriquecer el Plan bien para introducir mejoras en los procedimientos de la Administración tributaria. Además, va a ser un Plan en permanente actualización en función de la evolución del fraude, los resultados que se alcancen en las actuaciones de control y las nuevas sugerencias y observaciones que se vayan recibiendo de la sociedad.

El Plan es integral puesto que no sólo se limita a analizar las medidas necesarias para combatir el fraude fiscal, sino que también prevé medidas para reforzar los servicios de atención al ciudadano e incrementar la colaboración social en la prevención y corrección del fraude.

En resumen, reorienta las actuaciones de control tributario a la investigación, por lo que se incrementará el número de actuaciones fuera de las oficinas de la Administración, con atención preferente a los comportamientos más graves y reprochables. La lucha contra las tramas organizadas para defraudar que han proliferado en la UE desde la desaparición de las fronteras interiores se considera absolutamente prioritaria. También el control del sector inmobiliario que, como se ha podido constatar en las observaciones recibidas de los ciudadanos, es una línea de actuación que la sociedad reclama. Sin olvidar las comprobaciones en los casos de ingeniería fiscal, planificación fiscal abusiva y operaciones con paraísos fiscales, la lucha contra el blanqueo de capitales y la prevención y corrección del fraude fiscal en la fase de recaudación.

Es de destacar el espíritu de colaboración mostrado por otras Administraciones públicas. Así, se va a analizar detenidamente con el Ministerio del Interior el modelo de colaboración policial en la lucha contra el fraude fiscal en aquellos supuestos en que concurran posibles conductas delictivas. Con el Ministerio de Justicia se estudiará en profundidad la problemática de la persecución penal del fraude fiscal de carácter criminal y la configuración del delito fiscal. Con la Dirección General del Catastro, las comunidades autónomas y las corporaciones locales se va a desarrollar una estrategia conjunta para compartir la información de relevancia tributaria, en particular la relativa al sector inmobiliario.

Con el Plan no se pretende incrementar significativamente las obligaciones formales a cumplir por los ciudadanos, sino que la información de la que ya dispone la Administración sea utilizada de forma sistemática y eficaz. Tampoco va a implicar modificaciones sustanciales en la normativa tributaria. Es un Plan operativo de la Agencia Tributaria y, como tal, parte del marco jurídico vigente, sin perjuicio de que se propongan algunos cambios normativos que se consideran imprescindibles y que se incluirán en un proyecto de ley de medidas de prevención y corrección del fraude fiscal.

Para la Agencia Tributaria la transparencia es esencial. La forma en la que se ha tramitado el Plan es un buen ejemplo. El objetivo a conseguir es que los ciudadanos sepan qué está haciendo su Administración Tributaria y puedan opinar. El fraude supone menos gasto público, servicios públicos de peor calidad, dificultades para bajar los impuestos y competencia desleal. Y éstas no son cuestiones que dejen indiferente al ciudadano.

Hacer público el Plan refleja el compromiso de la Agencia Tributaria con la sociedad. Los ciudadanos podrán comprobar si la Agencia es eficaz en su esfuerzo por mejorar los resultados en la lucha contra el fraude fiscal, y van a constatar además que, por ello, no se va a resentir la calidad de los servicios de ayuda y asistencia que la Agencia ofrece a los contribuyentes, que también van a ser potenciados.

Eficacia, compromiso con la sociedad, transparencia y actualización permanente son las ideas que inspiran el Plan, cuya inmediata puesta en práctica la considero una excelente noticia para los ciudadanos cumplidores, la inmensa mayoría, que quieren que se luche contra el fraude de manera eficaz.

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