Raffarin ratifica la reforma de las 35 horas
El primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, aseguró ayer que ha 'escuchado' las protestas de los cientos de miles de trabajadores contra la flexibilización de las 35 horas de trabajo semanal, pero insistió en que el debate del proyecto continuará en el Parlamento 'según el calendario previsto'.
'Estoy a la escucha, abierto, y no desprecio las manifestaciones, pero pido a los líderes sindicales que no desprecien al Parlamento, que es el que tiene legitimidad para hacer las leyes', señaló el jefe del Gobierno conservador.
Entre 300.000 y 500.000 personas se manifestaron el pasado sábado en toda Francia en defensa de la ley de las 35 horas -cuya reforma debaten los diputados-, en una movilización también a favor del empleo y el poder adquisitivo de los trabajadores, calificada de 'gran éxito' por las centrales sindicales.
'Estamos en una democracia', dijo Raffarin en la emisora 'France Inter', al asegurar que 'el debate está abierto y continuará según el calendario previsto' en la Asamblea Nacional (cámara de los diputados), con mayoría conservadora y que debe adoptar hoy martes, en primera lectura, la reforma de las 35 horas.
El primer ministro defendió la proposición de ley de su partido UMP para flexibilizar el tiempo de trabajo y descartó que vaya a crear 'una situación de debilidad ni de falta de protección' al trabajador. 'Lo que está previsto es la regla del doble acuerdo, tanto del empresario como del asalariado', afirmó y destacó que se trata de 'un verdadero progreso' debido a la noción de 'tiempo elegido, para permitir trabajar más cuando se quiere ganar más', 'una libertad que debe ser respetada'. Raffarin precisó que, tras una prórroga de tres años (hasta finales de 2008) del régimen derogatorio en el pago de las horas extraordinarias, las pequeñas empresas tendrán que pagarlas con la misma tasa de remuneración (un 25% adicional) que las compañías de más de 20 trabajadores.