Colas kilométricas para el concierto de U2 en agosto
Es harto conocido que Bono y sus tres compañeros de banda logran reunir a miles de personas y provocar atascos allá donde van. Pero es que ayer ni siquiera les hizo falta pisar Madrid para provocar el caos, bloquear varias calles del centro, generar colas interminables, altercados entre compradores y causar el colapso absoluto de la web y el número de teléfono encargados de vender las entradas para el único concierto en la ciudad de la banda, que vuelve a España para promocionar su disco How to dismantle an atom bomb (Cómo desmontar una bomba atómica).
El grupo irlandés logró vender ayer el 100% de las más de 50.000 entradas puestas a la venta para su concierto en el estadio Vicente Calderón el 11 de agosto dentro de la gira Vertigo'05. Y eso que los precios iban desde los 46,25 euros hasta los 76,25 euros. Los rezagados aún están a tiempo, la reventa ya está disponible en Ebay.
Desde el primer momento quedó patente que hacerse con una localidad no iba a resultar nada fácil. El servicio telefónico y la web de la empresa encargada de vender las entradas, Tick Tack Ticket -antaño propiedad de Telefónica y el BBVA-, dejó de funcionar poco antes de que diesen las diez, hora en que se abrían las taquillas. A las 8.30 de la tarde de ayer, tanto la página de internet como el servicio telefónico continuaban completamente atascados y resultaba del todo imposible realizar la más mínima operación.
Las cosas no iban mucho mejor en el mundo real. Las filas habían comenzado a formarse desde las 10 de la noche en el centro comercial Plaza Norte de San Sebastián de los Reyes, en las afueras de la ciudad. En los aledaños de la Gran Vía madrileña, los primeros amantes de U2 se aposentaron a las puertas de las taquillas a partir de la medianoche, enfrente de los centros que expedían las entradas. Poco podían imaginarse estos sufridores que ni así les iba a resultar fácil comprar su trozo de papel. En algunos casos, hicieron falta hasta siete horas en una fila. Los amantes de U2, como los caracoles, necesitan horas para recorrer 50 metros.
Los problemas informáticos se trasladaron a la propia red de establecimientos que vendían las entradas. Estos puntos no trabajan con un stock de entradas de papel, sino que usan el mismo servidor de Tick Tack Ticket. Así, el mal funcionamiento del sistema provocó numerosos fallos a la hora de expedir las localidades, según confirmaron a Cinco Días fuentes de Madrid Rock y de Tiendas Tipo. En algunos casos, como en la Tienda Tipo de Móstoles, el dependiente aprovechaba el momento en que funcionaba el sistema para comprar 40 entradas de una vez. Durante buena parte del tiempo, incluso, sólo fue posible poner a la venta las más baratas. Estos problemas provocaron conatos de peleas frente a algunos centros que requirieron la intervención de la policía.
Estos problemas informáticos y de retenciones no son nuevos. De hecho, se producen casi cada vez que un dinosaurio del rock visita España. Así, idéntico colapso se produjo cuando Tick Tack Ticket puso a la venta el 18 de diciembre de 2002 las 30.000 entradas para el concierto de Bruce Springsteen en La Peineta. Poco después, el 17 de marzo de 2003, el sistema informático de Halcón Viajes se desplomó durante horas cuando se abrió la comercialización de las localidades para ver a los Rolling Stones, también en el Vicente Calderón.
Y el vivido ayer puede ser sólo el primer capítulo. Las localidades para el concierto del 7 de agosto en Barcelona no se podrán comprar hasta el próximo jueves 10 de febrero. Las entradas para el de San Sebastián el 9 de agosto estarán a la venta desde el 17 de febrero.