Citigroup, bajo la lupa
La venta masiva de deuda europea orquestada por Citigroup el 2 de agosto de 2004 pudo no tener el único objeto de ganar dinero con un procedimiento sospechoso. Un documento interno de la entidad explicaba cómo desestabilizar de forma rentable un mercado de deuda que, en Europa, es muy competitivo y ofrece a las grandes entidades un margen mucho más estrecho que en EE UU, donde existe un poder de fijación de precios mucho mayor.
Los reguladores europeos ya han abierto investigaciones por posible manipulación de precios, pero, sin duda, la noticia conocida ayer sorprende sobre todo por ser susceptible de inaugurar una nueva categoría de fraude: las prácticas contra la competencia en los mercados de valores. Además de desmontar las muy manidas teorías sobre la perfección matemática de los mercados, el hecho llama la atención una vez más sobre la necesidad de reforzar la supervisión de este negocio, que probablemente sea el más complejo y voluminoso del mundo.