Un mercado laboral dinámico
Las estadísticas de la EPA de 2004 muestran que la creación de empleo en España continúa siendo firme, lo que ha permitido que la tasa de paro se reduzca al 10,3%, la menor desde el crítico año laboral de 1979. Los datos de la encuesta revelan que la economía sigue por la senda del crecimiento y que las empresas confían en su futuro, ya que han seguido contratando personal.
Los 461.300 empleos creados el año pasado igualan los de 2003 y dejan el número de parados en dos millones. Una cifra absoluta superior a la de hace 25 años, cuando la población activa se situaba en 13,5 millones contra los 19,3 millones actuales. En este crecimiento ocupa un lugar destacado el aporte de la nueva fuerza de trabajo extranjero. Entre los datos positivos, cabe reseñar también el incremento del número de mujeres entre los nuevos ocupados, que duplica al de hombres.
Sin embargo, casi el 31% de los contratos de trabajo que hay en España siguen siendo temporales. Una tasa que sigue siendo preocupante porque atenta contra la productividad, tal como volvía a recordar ayer la Comisión Europea. En su informe sobre el empleo, Bruselas destacaba el bajo nivel de productividad español, un elemento que liga estrechamente a la temporalidad de los contratos. No por casualidad España está a la cola del resto de Europa en ambas variables.
Las buenas noticias que, en general, trae la EPA, deberían recordarnos, al mismo tiempo, las advertencias de Bruselas. Para asegurar y mejorar esta buena marcha del mercado laboral debería reducirse la temporalidad para que los contratos fijos, a tiempo total o parcial, ayuden a empresarios y asalariados a avanzar en el logro de hacer más productivo el trabajo.