París dice adiós a la semana de alta costura
Nuevos modistos de la alta costura de París y una abundante presencia libanesa fueron los encargados ayer de cerrar la semana parisina de desfiles para la primavera-verano de 2005. Zuhair Murad o Elie Saab, conocida por sus diseños para la reina Rania de Jordania, fueron algunos de los participantes.
Entre los nuevos modistos, nombres como Jean-Louis Scherrer y Franck Sorbier, quien presentó una colección inspirada en África bajo el título, Loveland. Entre sus propuestas, destacó el contraste blanco y negro y la utilización de tejidos típicamente africanos, pero revisados a la occidental. Pasamanerías y chaquetas multicolores completaban la colección de Sorbier.
La pasarela arrancó este lunes con los desfiles de Dior, Armani y Valentino. Sin duda, Armani, que presentó una nueva colección (Giorgio Armani Privé) solamente con vestidos de noche, fue el gran triunfador y su desfile fue largamente ovacionado. El negro, su color habitual, compartía protagonismo con el rosa viejo, el blanco y el violeta de una colección con perlas y cristales.
El martes fue turno de Karl Lagerfeld, quien se inspiró en el jardín francés para dar rienda suelta a su creatividad en una exuberante colección. El pase de Christian Lacroix también hizo gala de pomposidad. El francés presentó una cascada de volantes y superposiciones de transparencias. Justo el día de su desfile, la casa LMHV y propietaria de la firma Lacroix anunció su venta al grupo estadounidense Falic. En total, el calendario oficial ha contado con ocho de las más tradicionales casas parisinas, dos extranjeras (Valentino y Giorgio Armani) y seis miembros invitados.