La música pide ayuda
La industria discográfica española lanzó ayer un SOS a las Administraciones públicas. La piratería -física y online, ésta más dañina- repercutió en 2004 por tercer año consecutivo en un descenso en las ventas de música grabada hasta 464 millones de euros, un 12,5% menos que en 2003, situación que desencadena pérdida de ingresos y de márgenes, menos dinero para invertir en creación y reconversión de plantilla (entre 2000 y 2003 se ha destruido el 20% del empleo del sector).
'El sector se enfrenta a una situación de emergencia clara', según Antonio Guisasola, presidente de Promusicae (Productores de Música de España, antes Afyve). Una realidad ante la que 'no caben risas ni paños calientes, que sólo beneficia a una serie de mafias que se mantienen de la explotación de personas y acaban con la creación y la industria'.
El panorama presentado por los productores de música muestra cómo las nuevas tecnologías están cambiando las reglas del juego y la música se ha implantado en la sociedad como parte fundamental del sector de ocio. Consideran necesario cambiar las pautas de funcionamiento de la industria y el primer paso ha sido encargar un libro blanco, elaborado por PricewaterhouseCoopers. El Libro Blanco de la Música en España pone de manifiesto la influencia del sector en la economía, analiza el impacto de las nuevas tecnologías, así como la piratería, y recoge todos los procesos, lo que se denomina cadena de valor y agentes, de la música grabada, para acabar con los tópicos sobre el coste de la producción.
El volumen de negocio que generó la música en España en 2003 fue de 4.564,67 millones de euros, cifra que representa el 0,8% del PIB de ese año. El 30% corresponde al impacto directo y el 70% supone el negocio que la música induce en sectores como la electrónica de consumo, la televisión, bares o los operadores de telecomunicaciones. En conjunto, el sector de la música da empleo a cerca de 53.000 personas.
Venta callejera
El Libro Blanco indica también que durante 2003 los 9.000 vendedores callejeros que operan en España movieron uno de cada cuatro discos vendidos, con un valor estimado de 47,3 millones de euros, casi un 10% del negocio legal. Madrid, con el 40% de las ventas, está a la cabeza de la venta ilegal.
El sector no dispone datos de la piratería en internet, pero la Federación Internacional de Productores de Música estima que actualmente hay 800 millones de canciones disponibles en la red.
Dado el grado de implantación de la piratería, productores y artistas abogan por la implicación de los poderes públicos y privados. La ministra de Cultura, Carmen Calvo, transmitió confianza al sector con dos actuaciones: el plan de lucha contra la piratería, en el que trabajan once ministerios, y una nueva ley de propiedad intelectual que la responsable de la política cultural se ha comprometido a llevar al Congreso en 2005.
Retos y negocio
Internet, los nuevos formatos y los dispositivos electrónicos presentan retos y oportunidades para los agentes que intervienen en la cadena de valor de la música. Entre los primeros, aparece la capacidad para configurar nuevos modelos de negocios que convivan con los tradicionales, la capacidad para realizar cambios en sus procesos y estructuras organizativas y establecer alianzas con terceros o una orientación social al ocio y la cultura.Las oportunidades vendrán de la mano de nuevas fuentes de ingresos derivadas de los nuevos productos y servicios, el mayor tamaño del mercado, que facilitará la exportación de la música, las mayores posibilidades de consumo de música y la mayor facilidad para conocer a los consumidores y, por tanto, para innovar.