_
_
_
_
Impuestos
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Un plan con carencias

El Gobierno presentó a final de año el borrador de un Plan de Prevención contra el Fraude Fiscal con más de 300 medidas. Muchos expertos celebran lo novedoso de algunas de las propuestas, pero otros se quejan de que no esté previsto dotar a Hacienda de más medios para llevarlas a caboJosé maría pelÁez martos

Los inspectores de Hacienda creemos que es conocida por todos la situación de fracaso de la Administración Tributaria en la lucha contra el fraude fiscal, que según todos los estudios existentes lo sitúan en el 20-25% del PIB. Dicho de otra forma, una cuarta parte de la economía española no paga impuestos. Durante los últimos años hemos manifestado que no existía voluntad política de luchar contra el fraude fiscal, fundamentalmente porque no se dotaba a la Inspección de los medios necesarios para ello, tanto legales como materiales.

El nuevo Gobierno manifestó antes del verano que uno de los ejes principales de su política tributaria iba a ser la lucha contra el fraude fiscal, lo que nos generó nuevas esperanzas. El resultado ha sido la elaboración de un Plan de Prevención, que ha sido sometido a información pública y respecto del que se pueden realizar distintas consideraciones.

En primer lugar, el cambio de nombre de Plan de Lucha por Plan de Prevención no es una casualidad, ya que muchas de las medidas que los inspectores habían propuesto en sus informes, que se consideraban acertadas para la lucha, no figuran en el borrador del Plan de Prevención presentado. Tampoco figuran en él las medidas propuestas por los Inspectores en diferentes documentos remitidos con anterioridad a nuestras autoridades tributarias.

El cambio de nombre de Plan de Lucha por Plan de Prevención no es una casualidad

En segundo lugar, creemos que el Plan presentado tiene dos carencias fundamentales que, de no corregirse, lo invalida como instrumento importante para la lucha contra el fraude. La primera de ellas se refiere a los medios materiales y la segunda, a las modificaciones normativas.

La necesidad de mayores medios materiales es un aspecto que se considera fundamental ya que, a pesar de que el Plan contiene 351 medidas, se manifiesta en el mismo que no contiene una petición ni un catálogo de necesidades de mayores recursos materiales. Lo anterior choca frontalmente con la opinión de la mayoría de los Inspectores, que consideran la falta de medios como una de las causas principales de la situación actual de fracaso en la lucha contra el fraude fiscal. Se dice también en el Plan que los recursos son limitados y, aunque mayores recursos permitirían incrementar las actuaciones de control y acometer nuevas iniciativas, el objetivo del Plan es incrementar la eficacia en la utilización de los recursos disponibles. Es decir, se está reconociendo que si se destinaran mayores recursos se incrementaría la lucha contra el fraude, y sin embargo, no se cuantifican y solicitan esos mayores recursos y medios. Creemos que esta situación supone una grave dejación de las funciones que tiene la Administración.

En relación con las modificaciones normativas, se manifiesta en el Plan que en el mismo se proponen esencialmente medidas operativas, de procedimiento y mejoras organizativas y de coordinación. Creemos que resulta poco creíble que se pueda corregir el fraude existente en España exclusivamente con medidas de este tipo. No entendemos el motivo de no proponer medidas de carácter normativo, cuando el fraude supone un problema tan importante, y prueba de ello es que se elabora un plan especial para combatirlo. Creemos que el Plan debería proponer todas las modificaciones normativas necesarias, como pueden ser la reforma de algunos aspectos de la nueva Ley General Tributaria, la creación de la policía fiscal, la reforma del delito fiscal o el estatuto de la Agencia Tributaria que la dote de la necesaria independencia en su actuación. Todas esas reformas deberían estar incluidas en una Ley de Medidas de Lucha contra el Fraude, necesaria para que el Plan no quede frustrado y se limite, como en otras ocasiones, a una intensa publicidad mediática, y un resultado nulo en el objetivo a cumplir.

Los Inspectores creemos que este Plan no es el más idóneo para luchar contra el fraude fiscal, sobre todo el sofisticado, el de tipo organizado y, en general, contra la economía sumergida, aunque algunas de las medidas que contiene se consideren positivas. El contenido del Plan hace referencia a fraudes y sectores que habitualmente han figurado en los distintos Planes de Control Tributario. Lo verdaderamente valioso que hubiera podido aportar este Plan hubiera sido una dotación de medios materiales y un conjunto de medidas normativas englobadas en una Ley de Lucha contra el Fraude Fiscal. Ojalá nos equivoquemos y no tengamos que decir dentro de unos meses que este Plan fue uno más de los que en los últimos años se han aprobado y cuyo resultado en la lucha contra el fraude ha sido nulo.

Archivado En

_
_