Bruselas reconoce que la burocracia frustra el apoyo a la investigación
Algo tan básico como el papeleo amenaza los programas de investigación en nuevas tecnologías a los que la Unión Europea dedica más de 1.000 millones de euros anuales. Un grupo de expertos creado por la Comisión Europea ha concluido que los controles administrativos pueden acabar 'matando' la investigación y la innovación.
La llamada área de sociedad de la información (nuevas tecnologías) constituye la máxima prioridad de los programas marco de la Unión Europea para la investigación. Desde 1999, el presupuesto comunitario ha destinado más de 7.000 millones de euros a proyectos de investigación en ese terreno. Y más del 30% de los 16.300 millones de euros del programa marco vigente (2002-2006) se reserva para ciencias de la información.
El esfuerzo presupuestario, sin embargo, corre el riesgo de desperdiciarse, según advierte un grupo de alto nivel creado por la Comisión Europea para evaluar la efectividad de sus subsidios a la investigación en nuevas tecnologías.
El informe, elaborado bajo la dirección de José Mariano Gago, profesor de Física del Instituto Superior Técnico de Lisboa, describe un sombrío panorama de la evolución de esos programas de apoyo.
De entrada, no hay constancia sobre el impacto científico, tecnológico y económico de la inversión comunitaria. Los expertos piden a la Comisión que, de manera 'urgente', se haga esa evaluación.
El informe también considera 'inaceptable' la espectacular caída en la participación de las pequeñas y medianas empresas en los programas de apoyo. E insta a la Comisión a que averigüe si las grandes adjudicatarios de las ayudas no están propiciando condiciones demasiado onerosas para excluir a las pymes.
Pero lo que amenaza la viabilidad y el éxito de los programas de investigación en nuevas tecnologías es algo tan añejo como el papeleo que deben superar los aspirantes a financiación comunitaria. 'Amenaza con matar la investigación en este sector', advierten los expertos.
La comisaria responsable de Investigación, Viviane Reding, reconoce que 'la burocracia no elimina el riesgo defraude o fracaso en el proyecto, sino que lo esconde'. Y cabe esperar que el mea culpa se acompañe con una relajación de los controles.
Radares. Colaboración fructífera de la CE con la industria del automóvil
A mediados de este año, los automóviles europeos podrán ir dotados de un radar de corto alcance que active automáticamente los frenos del vehículo ante un riesgo de colisión.El innovador mecanismo ha sido desarrollado por la industria automovilística con ayuda de los programas comunitarios de investigación.La Comisión Europea aprobó esta semana una decisión que pone a disposición de la industria el espectro radioeléctrico necesario (en una frecuencia de banda de 24 GHz) para la utilización del radar.