Un desafío popular a Putin
En la medida en que el presidente Vladimir Putin mantenga el imperio de la ley y un sistema de seguridad social efectivo, probablemente cuente con el apoyo de la mayoría de los rusos, independientemente de su autoritaria centralización del poder. Pero por primera vez en sus cinco años en el poder, Putin ha tenido que enfrentarse a importantes protestas callejeras de pensionistas y veteranos que están en contra de la introducción de reformas que eliminan el transporte gratuito y lo compensan con ayudas monetarias para pagarlo. (...)
Pero para limitar el daño, Putin ordenó un incrementos extraordinario en las pensiones para acallar a los pensionistas y criticó a su propio Gobierno por su 'extrema ineficacia' para llevar adelante la revisión de la seguridad social. (...) Las protestas de este mes no son una amenaza inmediata para Putin, en parte porque obtendrán ganancias de las reformas. (...)
Pero Putin podría extraer una lección política de la abismal falta de preparación de vastas regiones de Rusia para afrontar estas reformas de la seguridad social. (...) Si Putin escucha más a los gobernadores regionales, podrá detectar a tiempo las señales de aquello que no está haciéndose bien con esta reforma.