El G-7 suspende el cobro de la deuda a los países azotados por el maremoto
El G-7 acordó el viernes la moratoria de la deuda a los países azotados por el maremoto. La Unión Europea, por su parte, dio luz verde a una ayuda conjunta, de 1.513 millones de euros.
Los siete países más industrializados del mundo (G-7) han aceptado conceder a las naciones asiáticas afectadas por el reciente maremoto la inmediata suspensión del pago de los intereses de su deuda exterior. Así lo anunciaron en un comunicado desde Londres los ministros de Finanzas de ese grupo, que preside este año el Reino Unido.
Según el ministro británico de Economía, Gordon Brown, que fue el primero en proponer la idea, los países asiáticos víctimas del maremoto se ahorrarán anualmente unos 4.500 millones de euros. El G-7 llevará la propuesta el 12 de enero al llamado Club de París, foro informal de países acreedores y deudores, para intentar llegar allí a un consenso. Los siete (EE UU, Canadá, Japón, Reino Unido, Alemania, Francia e Italia) llegaron a ese acuerdo después de que Japón, uno de los mayores acreedores, diera su aceptación.
Mientras tanto, más de medio centenar de ministros europeos de tres carteras (Exteriores, Sanidad y Cooperación) se reunieron en Bruselas para coordinar la respuesta de la Unión a la tragedia del Océano Índico. Las conclusiones del Consejo de Ministros extraordinario califican los daños provocados por el maremoto del día 26 de diciembre como 'una catástrofe sin precedentes' y consideran 'esencial prevenir el riesgo de epidemias para evitar la pérdida de más vidas humanas'.
Los ministros acompañaron sus conclusiones de una lista no oficial de las donaciones, ayudas y préstamos públicos prometidos por cada país. La cifra, que no ceja de aumentar, sumó otros 20 millones de euros, y alcanza ya los 1.513 millones de euros.
'Es un signo de solidaridad', señaló Jean Asselborn, ministro de Asuntos Exteriores de Luxemburgo y actual presidente del Consejo de la Unión. 'Es una generosidad a la altura de la expresada por nuestra población'.
Los Veinticinco países de la Unión han prometido casi 130 millones de euros en ayuda humanitaria con carácter urgente, lo que se suma a una cantidad igual por parte del presupuesto comunitario.
Las cantidades para la reconstrucción (a través de proyectos de inversión, préstamos, etc.) suman casi 1.200 millones de euros. El Banco Europeo de Inversiones ha abierto además una línea de crédito para los países afectados por valor de 1.000 millones de euros. El Consejo de la UE subraya en estos momentos la importancia de garantizar 'una transición eficaz entre la fase humanitaria, la de rehabilitación y la fase de reconstrucción, a más largo plazo'. Los Veinticinco recuerdan que 'los esfuerzos de reconstrucción deberán basarse en las prioridades nacionales de los países afectados', y piden que sean las autoridades nacionales respectivas las que lideren ese proceso. Las organizaciones humanitarias, por su parte, reclaman que la UE muestre su liderazgo con medidas de más largo alcance que las promesas económicas.
Mejorar la protección de los europeos en el exterior
El maremoto del Índico ha golpeado Europa hasta el punto de obligar a la Unión Europea a revisar sus planes de protección civil a nivel internacional. El Consejo de Ministros de la UE pidió a la Comisión Europea que 'estudie las posibilidades de desarrollar una capacidad de reacción rápida de la Unión para enfrentar catástrofes como las que acabamos de vivir'. Los ministros señalaron además la necesidad 'de reforzar rápidamente la eficacia de la cooperación consular entre los Estados miembros'.La UE aprovechará la creación del Servicio Exterior común para repartir esos esfuerzos, según el titular español, Miguel Ángel Moratinos, El representante exterior de la UE, Javier Solana, coordinará por su parte, la contribución militar en la ayuda a los países.