Bush no despega

Los presidentes recién elegidos en EE UU gozan de una luna de miel con el electorado, pero la tradición ha fallado con George Bush.

The Washington Post publicaba ayer una encuesta que revela que, siete semanas después de su victoria y a cuatro de la inauguración de su segunda legislatura, Bush recibe por su labor en general el aprobado del 48% del electorado, pero el 49% la desaprueba. Son porcentajes que se acercan a una popularidad inusualmente baja, como antes de los comicios, cuando se pensaba que el demócrata John Kerry iba a ganar. Como prueba, Bill Clinton conseguía que el 60% de los americanos aprobara su gestión justo al empezar su segunda legislatura.

La encuesta también revela que los americanos creen que la guerra en Irak está contribuyendo a la seguridad a largo plazo de EE UU, pero el 70% cree que se está cobrando un precio inaceptable en vidas de compatriotas, y ello a pesar de que, a diferencia de lo que ocurrió en Vietnam (y como lección aprendida de ese conflicto), no se distribuyen imágenes de los ataúdes. Ahora, el 56% de los estadounidenses piensa que el conflicto no vale la pena. Son un 8% más que antes del verano y la primera vez que la mayoría llega a esta conclusión. También una abrumadora mayoría quiere que Bush dé el finiquito a su secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.