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Tribuna
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Oracle y Peoplesoft: nace un nuevo gigante

En pleno proceso de concentración del sector de las tecnologías de la información, la esperada compra de la compañía Peoplesoft por parte de Oracle no sorprende ya a casi nadie. Han sido 18 meses de lucha por materializar una operación que estaba a mitad de camino entre la conveniencia estratégica de la adquisición y la apuesta personal de Larry Ellison, presidente ejecutivo de Oracle, empeñado en mantener un pulso pese a la incertidumbre que se ha generado en el mercado y entre los clientes con base instalada de ambos fabricantes.

Finalmente, el precio por acción, ajustado al milímetro, ha terminado por convencer a los accionistas de Peoplesoft, quienes obtienen una justa recompensa a tantos meses de tira y afloja, y despeja los rumores sobre las verdaderas intenciones de Oracle.

Salvados los problemas financieros y jurídicos el resultado final ya es sobradamente conocido. Oracle se convierte en la segunda compañía de software empresarial del mundo. Hecho que ha supuesto, si la venta de la unidad de PC de IBM a la China Lenovo me lo permite, uno de los grandes acontecimientos del sector tecnológico durante el 2004.

La operación, tal y como finalmente se ha producido, parece satisfacer a ambas compañías, al mercado y, lo que es más importante, a los clientes. Para Oracle, el considerable incremento de la cuota de mercado, el refuerzo de soluciones para mercados emergentes como el de la mediana empresa y la mayor capacidad competitiva dentro del segmento de software empresarial, debería preocupar tanto a la empresa alemana SAP -líder indiscutible de este segmento, que ve cómo se estrecha la distancia entre su más directo competidor-, como a la omnipresente Microsoft, con grandes expectativas en este mercado.

Ahora bien, digerir una adquisición de esta magnitud puede resultar pesado. Oracle deberá realizar un especial esfuerzo en dar a conocer entre sus públicos las nuevas estrategias de la compañía en cuanto a la integración de productos y habilitar mecanismos para agilizar el proceso de adaptación de la estructura de Peoplesoft de manera ordenada, coherente y eficaz.

No se espera por parte de Oracle, ningún anuncio que varíe sustancialmente la cartera de servicios que Peoplesoft venía ofreciendo. Más bien me inclino a pensar que la firma estadounidense integrará la mayor parte de las soluciones de su nuevo compañero de viaje.

Eso sí, los clientes de Peoplesoft, tarde o temprano, deberán plantearse un cambio a las aplicaciones informáticas de Oracle. El cuándo y el cómo son de momento una incógnita, aunque según el presidente de Oracle se garantizará el mantenimiento y actualización de la base instalada de Peoplesoft al menos 10 años.

Después de todo, el cliente manda y no creo que sea una buena idea obligarle a plantearse nuevas inversiones ni ponerle en la tesitura de un cambio hacia la plataforma de la competencia.

El nuevo marco competitivo creado a raíz de esta operación, y la actual madurez del mercado de software empresarial, podrían alentar una nueva corriente de fusiones y adquisiciones dentro de este segmento tecnológico.

Considero probable que tanto SAP como Oracle recurran nuevamente a esta estrategia para seguir creciendo, algo que, por otra parte, comienza a ser habitual dentro del sector global de tecnologías de la Información.

Después de la profunda reestructuración que ha vivido este sector, el número de compañías existentes se ha reducido significativamente y para el próximo ejercicio no parece que esta tendencia se vaya a invertir. Sólo cabe preguntarnos hasta qué punto no estaremos en la antesala de una nueva realidad de mercado donde cada vez sea más complicado encontrar nichos que permitan subsistir a las medianas organizaciones.

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