Bush anuncia un presupuesto restrictivo salvo en defensa
El presidente de EE UU anunció ayer que el próximo presupuesto que presente ante el Congreso será muy duro, pues se recortarán los gastos que no tengan que ver con la defensa. Con ello, el presidente quiere avanzar en una vieja promesa de reducir a la mitad el déficit en cinco años.
George W. Bush presentará en febrero al Congreso un presupuesto para el año 2006 en el que haya una 'estricta disciplina en el gasto', dijo ayer en la que fue la última rueda de prensa del año. 'Va a ser un presupuesto duro, no tengan dudas de ello', reafirmó en varias ocasiones aunque hizo hincapié en que la austeridad en el gasto no iba a afectar a los departamentos de defensa y seguridad.
El Gobierno de EE UU y más en concreto el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, están siendo criticados con mucha intensidad en las últimas semanas porque desde Irak muchos soldados se han quejado de la falta de equipamiento y protección, algo que ha dado lugar no solo a renovadas peticiones de dimisión de Rumsfeld sino a acusaciones de que EE UU está haciendo una guerra 'barata' a costa de las vidas de sus militares.
Así las cosas, Bush dijo ayer que a pesar de la contención en el gasto, se 'proveerá de herramientas y se cubrirán las necesidades de los militares'. El presidente, que quiere hacer compatible su promesa de rebaja del déficit y su deseo de que los recortes fiscales de la primera legislatura sean permanentes reconoció que hay 'mucha preocupación en los mercados financieros por nuestros déficit, a corto y largo plazo'.
Asegura que dejará el déficit público en la mitad en los próximos cinco años
Con todo, el problema a corto plazo, que actualmente esta ejerciendo una fuerte presión sobre el valor del dólar, no es el que más le guste tratar en profundidad a Bush y ayer evitó entrar en ello. 'Los problemas de nuestro déficit a largo plazo están causados por los heredados programas de gastos para los que no tenemos fondos'. Con esta referencia, Bush se refería a la Seguridad Social (pensiones) para cuyo sistema quiere proponer una reforma cuyos costes de transición costarán unos dos billones de dólares que probablemente se financien con deuda.
Según Bush, el sistema actual de pensiones entrará en crisis en 2018 cuando se saque de la caja del estado más de lo que se ingrese. El presidente asegura que este es el problema de financiación a largo plazo que tiene el Estado, algo en lo que discrepa la propia oficina de la intervención, GAO, desde donde se admite que el mayor gasto para el que será difícil encontrar financiación es el reformado Medicare. Este sistema de atención sanitaria a la tercera edad fue actualizado por Bush para incluir los gastos de medicinas, eso si, prohibiendo al Estado negociar con las farmacéuticas precios más baratos.
Bush hizo un llamamiento a la unidad de los partidos para sacar adelante su plan consciente de que no solo los demócratas tienen reparos con respecto a su agenda, sino también algunos republicanos.
Por otra parte, el índice compuesto de los principales indicadores económicos, que muestra la evolución de la coyuntura en Estados Unidos en los seis próximos meses, subió un 0,2% en noviembre respecto al mes anterior, informó el Conference Board. La mejora, que tiene lugar después de que el índice cayera por cinco meses consecutivos, es superior a las previsiones de los analistas, que esperaba una progresión del 0,1%. El índice que mide la situación actual de la economía estadounidense subió un 0,1% y un 0,4% en octubre. El indicador de la situación pasada de la economía cayó un 0,1% en noviembre, tras haber subido un en octubre.