Izar sigue en el aire
El pacto sellado por la SEPI y los sindicatos para garantizar la viabilidad futura de los astilleros públicos puede naufragar antes de llegar a buen puerto. La nueva comisaria de Competencia, Neelie Kroes, tardó apenas unas horas en advertir por teléfono al vicepresidente, Pedro Solbes, de que tiene serias dudas sobre que el plan se ajuste a las normas que limitan las ayudas estatales en la Unión Europea.
El acuerdo incluye la segregación de los astilleros civiles y militares para proceder, en el futuro, a la venta de los primeros. Sin embargo, Bruselas tiene dudas sobre la integración de los centros de Fene y San Fernando en la futura empresa militar y ve con preocupación el hecho de que no se den detalles sobre cuánto tiempo permanecerán los astilleros civiles bajo el paraguas de la SEPI. Los entusiastas mensajes lanzados por algunos responsables políticos y sindicales podrían ser, pues, apresurados.