El acuerdo sobre Izar, recibido con "inquietud" en Bruselas y protestas en La Naval
La resaca tras el acuerdo alcanzado ayer entre los principales sindicatos de Izar (UGT y CC OO) y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) sobre el futuro de los astilleros públicos tiene como principales focos la planta de La Naval, en Sestao, y los despachos de la Comisión Europea en Bruselas.
El Ejecutivo comunitario ha mostrado "ciertas inquietudes" al estimar que el acuerdo no se ajusta completamente a los compromisos que el Gobierno le había expresado, según el portavoz de Competencia, Jonathan Todd. En particular, la Comisión apunta particularmente que "no hay fecha de cierre para los astilleros de Fene y San Fernando", que habría "más astilleros de lo previsto" en la empresa de construcción militar segregada y que "los términos y condiciones para la liquidación de ciertos astilleros civiles, incluido Sestao, no son muy claras". Todd ha precisado que se trata de "un análisis preliminar".
La reacción del Gobierno no se ha hecho esperar y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha expresado su convencimiento de que el acuerdo respeta plenamente la normativa europea y cumple las promesas que realizó a los trabajadores de los astilleros. Rodríguez Zapatero, quien se ha refirido a este asunto en la conferencia de prensa que ofreció al término del Consejo Europeo de Bruselas, ha expresado su satisfacción por un acuerdo que, a su juicio, va a ser efectivo con independencia de algunos matices de carácter meramente técnico que se puedan introducir en el proceso de confirmación con la Unión Europea.
Además, esta mañana el ministro español de Economía, Pedro Solbes, ha conversado con la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes sobvre este asunto.
Mientras tanto, el pacto firmado a últimas horas de la noche ha causado la división en la planta vizcaína de Sestao, donde los sindicatos ELA y CAT -minoritarios- rechazan de plano el acuerdo y acusan a UGT y CC OO de ser ¢una mera correa de transmisión del Gobierno español de turno¢. Esta situación ha provocado que un grupo de trabajadores de La Naval haya colocado barricadas con fuego en las carreteras y las vías del tren que pasan junto al astillero de Izar en la localidad vizcaína de Sestao, como viene ocurriendo el día siguiente a una reunión negociadora entre la SEPI y los sindicatos, y durante una hora y media han interrumpido el tráfico carretero y ferroviario, antes de retirarse al interior del centro.
En la arena política
El presidente del Gobierno ha asegurado que el pacto responde a las promesas que realizó a los trabajadores de Izar ante los problemas en los astilleros. Al hilo de ello ha subrayado que es bueno recordar que "el tiempo pone las cosas en su sitio" después de que el Partido Popular haya estado asegurando que el Gobierno no cumplía sus compromisos. "Dije que habría acuerdo con los sindicatos en IZAR, que no cerraríamos centros de trabajo y que ningún trabajador sería abandonado a su suerte, y eso es lo que recoge el acuerdo que ayer se ha firmado", aseguró.
La reacción desde la oposición ha corrido a cargo de Teófila Martínez, alcaldesa de Cádiz, que ha afirmado que el acuerdo ¢será bueno para los trabajadores, que están conformes, pero no para la economía española y andaluza¢, ya que ¢la industria naval queda reducida al mínimo¢.
Dudas en Bruselas
Desde su sede en la capital de Bélgica, la Comisión Europea echa un poco de agua fría sobre las expectativas que ha generado el acuerdo. Competencia afirma que se pronunciará antes de que acabe el año sobre el nuevo plan consagrado en la mesa de negociación, aunque ya ha enumerado algunos puntos que sin duda causarán fricción entre los ejecutivos comunitario y estatal: ¢no hay fecha de cierre para los astilleros de Fene y San Fernando, hay más astilleros de lo previsto¢, y sobre todo, ¢los términos y condiciones para la liquidación de ciertos astilleros civiles, incluido Sestao, no son muy claras¢.