El pozo negro del carbón
La negociación sobre el Plan del Carbón para el periodo 2005-2010, que se inicia hoy, va a necesitar altas dosis de sentido común de todas las partes implicadas, el Gobierno, las empresas y los sindicatos. Su esquema principal se basa en el fin de las ayudas a la explotación, un fuerte recorte de la producción para adaptarse a la normativa de la UE y el reparto de cuotas de reservas estratégicas, que tendrán un tratamiento especial. Estas últimas son el objeto de deseo de las empresas del sector. A primera vista, la pública Hunosa será la más perjudicada por los recortes, y es posible que los sindicatos enarbolen de nuevo banderas reivindicativas para llamar a la movilización. Si quieren verse en el espejo de Izar, están errados. Hunosa nació en 1967 a partir de 18 mineras privadas en crisis y siempre ha estado fuera de toda racionalidad económica. Su única razón de existir es social, y lo que debe es seguir intentando proyectos de diversificación.