La constructora reedita antiguas tácticas para su mayor operación corporativa
Sacyr reedita viejas tácticas en su intento de asaltar el BBVA. La constructora controló a comienzos de esta década algo más del 1% del banco y se hizo con el 5%de Dragados para forzar sin éxito una fusión. Ahora, con Juan Abelló en su capital, apunta a lo más alto.
Una hipotética entrada de Sacyr Vallehermoso en el capital del BBVA no sería un hecho totalmente novedoso en la acelerada historia de este grupo de construcción y servicios, que ya ha alcanzado paquetes significativos de acciones de la entidad financiera en el pasado, aunque con un objetivo hasta ese momento meramente financiero. A comienzos de esta década, antes por tanto de que la constructora hubiera iniciado la cascada de operaciones corporativas que han generado la configuración actual del
grupo Sacyr Vallehermoso, y antes por tanto de que cotizara en bolsa, llegó a controlar algo más del 1% del segundo banco del país.
El entonces vicepresidente y director de desarrollo corporativo de la entidad, Luis del Rivero, hoy al frente de los designios del grupo, tildaba esa inversión financiera como una verdadera ¢bomba¢ empresarial e informativa. Sacyr, sin deuda entonces y con una gran liquidez, realizó más adquisiciones relevantes en otras sociedades cotizadas, lamás notoria, la que le permitió hacerse con un 5% de Dragados, un paquete con el que intentó forzar sin éxito una fusión. Poco después el paquete se vendió, aunque Sacyr intentó dos veces más la integración con su rival. Poco después se iniciaba el verdadero despegue de la constructora madrileña, ya de la mano de Juan Abelló como tercer accionista. El primer paso, la compra del 24,5% de Vallehermoso al Santander por algo más de 500 millones. Ahí se pierde la pista del paquete de acciones en el BBVA, que previsiblemente pudo ser vendido para financiar este gran desembolso.
La situación es ahora distinta, la empresa cotiza, tiene una capitalización bursátil de más de 3.000 millones, y es la quinta constructora por ventas y la cuarta por beneficios.
Ha cerrado la compra de ENA, en la que ha comprometido 2.600 millones, y la fusión con el líder portugués de la construcción, Somague. Del Rivero y Abelló no quieren quedarse ahí.