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Colaboración

El PP ofrece respaldo al PSOE para mejorar el saldo con la UE

El equipo económico del PP considera que el Gobierno español tiene margen para arañar 12.000 millones de euros extras en las negociaciones que se abrirán el mes que viene sobre las perspectivas financieras de la Unión Europea.

Si, finalmente, España tuviera que resignarse a asumir la propuesta de la anterior Comisión Europea, perdería con la ampliación a 25 alrededor de 39.000 millones de euros en el período 2007-2013, según el estudio presentado ayer por el responsable económico del PP, Miguel Arias Cañete. Este informe cifra en 200.000 millones el coste global neto de la ampliación comunitaria, de los cuales 161.000 servirán para financiar la cohesión, otros 40.000 irían destinados a la agricultura y el resto al desarrollo rural.

Si se mantuvieran los criterios de la anterior Comisión Europea, que deberán ser considerados por el equipo recién estrenado de Durão Barroso, España se convertiría en el principal contribuyente de la ampliación, por encima incluso de países como Francia, Italia y Alemania. La pérdida de recursos supondría que cada familia española tendría que pagar entre 400 y 500 euros más al año de impuestos para que el Estado pudiera mantener su actual ritmo inversor, según Álvaro Nadal, integrante del equipo económico del PP.

Para evitar este escenario, Arias Cañete ofreció ayer al presidente del Gobierno un acuerdo político que avalaría su actitud negociadora en el Consejo Europeo previsto para los días 16 y 17 de diciembre. El PP defenderá el próximo miércoles una interpelación en el Congreso, a la que seguirá la correspondiente moción, en la que los diferentes partidos tendrán oportunidad de retratarse y fijar sus criterios. 'En este asunto trascendental para España estamos dispuestos a actuar con la máxima lealtad institucional', afirmó Arias Cañete. El PP considera que el Gobierno dispone de margen suficiente para arañar 12.000 millones extras, 8.000 de los cuales procederían de los fondos de cohesión. Su informe considera viable conseguir un período transitorio para éstos últimos, asunto al que el Gobierno también concede la máxima importancia porque es una fuente de recursos de la que se beneficia todo el territorio nacional. Junto a ello, el PP aboga por conseguir una preasignación de créditos dentro de la nueva categoría de competitividad para evitar que las ayudas se vayan a otros países europeos.

Como referente, Arias Cañete recordó ayer las compensaciones obtenidas por el Reino Unido en 1984 a través del llamado 'cheque británico' y los programas integrados conseguidos por Francia, Italia y Grecia en 1986.

Riesgo de que el acuerdo se dilate hasta 2006

El PP considera de gran importancia que las nuevas perspectivas financieras de la UE para el período 2007-2013 se puedan aprobar en la primera parte del año que viene, bajo presidencia luxemburguesa, ya que de lo contrario, la negociación tendría que retrasarse hasta 2006. La razón que esgrime el PP es que durante el segundo semestre de 2005 la presidencia de la Unión recaerá en el Reino Unido, país que tendería a rehuir una toma de decisión durante su mandato para evitar salir perjudicado.A juicio del eurodiputado del PP Gerardo Galeote, el posible retraso del acuerdo hasta el primer semestre de 2006 sería 'nefasto' para España, dado que Castilla-La Mancha y Galicia, regiones del Objetivo 1, podrían perder para entonces los recursos que hoy reciben si alcanzan el 75% de la renta media comunitaria.

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