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CincoSentidos

Bloqueo al peaje de las bibliotecas

Pagar por el préstamo de libros cada vez que se acuda a una biblioteca. Esto es lo que puede ocurrir por la aplicación de una directiva europea de 1992 que incumple España y contra la que se levanta la protesta de los bibliotecarios y usuarios. Más de 200.000 firmas se han presentado en contra del pago de este canon ante el Defensor del Pueblo, que se manifestó en contra de su implantación.

La mayoría de los países de la UE han aplicado la directiva, que no impone una fórmula concreta para recaudar la tasa. La Comisión Europea abrió en enero un expediente a España por no haber realizado una correcta transposición de la misma. El Ministerio de Cultura recurrió el pasado mes de julio con el fin de llevar la excepcionalidad de la ley al máximo para que su incidencia sea mínima. Un recurso que tardará un año como mínimo en resolverse.

Fuentes del ministerio dejan claro que 'si es preciso implantar un canon por imperativo europeo en ningún caso lo pagará el ciudadano, sino que se buscarán otros mecanismos'.

Para Eugenia Serra, presidenta del Colegio Oficial de Bibliotecarios y Documentalistas de Cataluña, España no puede compararse con otros países en el grado de utilización de las bibliotecas. Sin embargo, según la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), en lo que va de año está aumentando ese uso. Hasta septiembre, el 28,9% de los lectores había acudido a las bibliotecas.

Uno de los mecanismos barajados para cumplir la directiva podría consistir en que la Administración sea quien corra con el pago del canon. Esta solución no satisface a José María Nogales, secretario de la Confederación de Asociaciones de Archiveros, Bibliotecarios, Museólogos y Documentalistas (Anabad), 'puesto que este gesto de suma generosidad de la ministra no tiene por qué ser continuado por su sucesor, que podría optar por un copago o porque se responsabilice el centro'. Nogales señala que se está haciendo una lectura exacerbada del derecho de préstamo y apuesta por dos soluciones: una modificación de la directiva o que el Gobierno proponga las máximas exenciones.

Serra opina que si se aplicara la directiva 'se podrían reducir los recursos que la Administración invierte en las bibliotecas'. En el otro lado de la balanza están los editores y las sociedades de gestión de los derechos de autor. Juan Mollá, vicepresidente primero del Centro Español de Derechos Reprográficos (Cedro) expone que el canon no perjudica a las bibliotecas. 'Debe pagarlo la Administración y no el usuario y tiene que servir para pagar los derechos de autor'. A su juicio, 'los autores no tienen que salir perjudicados por este asunto'.

El escritor Francisco J. Satué, que acaba de publicar Más madera; una historia del rock en Belacqua, critica el canon, 'más bien un impuesto', por ser una medida coactiva. 'Esta tasa, en el mundo en que vivimos, significa matar lectores'.

La Directiva: Cómo se aplica en cuatro países

DinamarcaMientras que en España todavía no se sabe a cuánto ascendería el canon, en caso de ser aplicado, en el país nórdico ya alcanza una recaudación de unos 2 millones de euros al año. Los beneficiarios son los autores que hayan publicado en danés, siempre que sus obras estén registradas en la oficina de la Autoridad Nacional del Libro, además de traductores y correctores.AlemaniaLos beneficiarios son los autores y los editores. Las entidades de gestión colectiva acuerdan una cantidad global anual, que en 2002 fue de 13,16 millones de euros. Además, los escritores alemanes también se benefician del préstamo público en Gran Bretaña y, actualmente, se están realizando pagos a autores de otros países, como Austria y Suiza, en virtud de convenios de reciprocidad.Gran BretañaLa distribución del pago se calcula tras un muestreo estadístico a unas 380 bibliotecas. El préstamo se paga a 4,85 peniques, con un máximo total de 6.000 libras por autor. Este año se han distribuido 6,4 millones de libras entre 18.763 autores. Los fondos son efectuados por el Gobierno a beneficiarios como autores, traductores, ilustradores y correctores, pero no a los editores.FranciaHay dos fuentes de financiación: una tasa anual abonada por el Gobierno y otra que depende del número de libros comprados al año por las bibliotecas. El pago lo realizan los proveedores de libros a través de una contribución directa del 6% del precio de venta de cada libro vendido a las bibliotecas a las entidades recaudadoras. Los beneficiarios son los autores y editores.

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