Un fenómeno con ventajas económicas y culturales

Los efectos de una llegada masiva de inmigrantes a un país siempre tiene luces y sombras que afectan tanto a los aspectos económicos como sociales y culturales. En su vertiente económica las consecuencias de la inmigración legal para España representa una fuerza de trabajo 'hoy por hoy insustituible, en sectores como la construcción y los servicios. Pagan impuestos y cotizaciones a la seguridad social, lo que contribuye en buena medida al superávit de la caja pública', asegura Eduardo González, abogado de Cuatrecasas experto en temas laborales.

En cuanto a los costes, los inmigrantes 'son consumidores netos de servicios sociales, en mayor medida cuando se producen reagrupamientos' explica González quien rechaza que estos trabajadores repercutan en el aumento del paro entre los españoles. 'Creo que hacen trabajos que, en general, no tienen mucha demanda: algo querrá decir el hecho de que los sindicatos apoyen la inmigración'. En términos económicos, González calificó el fenómeno como 'globalmente positivo'.

Por el lado social, la inmigración aporta 'mayor riqueza cultural', aunque también ofrece choques culturales y la posibilidad de que se creen ghettos. En todo caso, los expertos coinciden en que la inmigración legal no constituye un problema económico ni cultural, sino más bien una ventaja para el país.

Para González, el problema está en la cantidad de inmigrantes legales que puede asumir una ciudad en poco tiempo. 'Las medidas drásticas son muy difíciles de aplicar, y prueba de ello son las muchas excepciones que recoge el reglamento'. Explicó que la Ley de Inmigración de 2000, que flexibilizaba las regularizaciones al desvincular el permiso de residencia del de trabajo, tenía una importante carencia de medios administrativos, lo que retardaba los permisos de trabajo entre uno y dos años. Por ello, uno de los grandes retos para la aplicación de la reforma en curso será contar con la financiación adecuada.