Expectativas y dudas sobre la regularización

Los expertos comparten la necesidad de la regularización de inmigrantes, pero muestran ciertas dudas sobre su concreción práctica. Ocho directivos y abogados expertos en temas laborales se han reunido en un encuentro organizado por Cinco Días y Adecco para poner en común sus opiniones sobre uno de los temas más candentes de la actualidad: la reforma del reglamento de extranjería, en lo que afecta a las regularización de las situaciones de ilegalidad de los inmigrantes.

En cuanto al reglamento pactado por Gobierno, patronal y sindicatos el 26 de octubre, las mayores críticas de los asistentes al debate se centran en el proceso extraordinario de regularización. Esta fórmula busca aflorar a cerca de un millón de inmigrantes que, según diversos cálculos, trabajan sin papeles en nuestro país. Los asistentes comparten la necesidad de sacar a la luz esta economía sumergida, aunque las opiniones son variables respecto a la solución propuesta por el Gobierno.

El proceso extraordinario de regulación para los inmigrantes con trabajo, que durará tres meses desde que se apruebe el reglamento (probablemente, a principios de 2005), permitirá que los empresarios que emplean a inmigrantes sin papeles puedan regularizar su situación laboral sin sanción alguna. Para ello, el empleado deberá demostrar que está empadronado en España desde hace al menos seis meses, y tanto él como el empleador tendrán que firmar un contrato de trabajo de al menos seis meses de duración.

La reforma del reglamento de extranjería acordada por el Gobierno y los agentes sociales suscita esperanzas y algunos reparos entre los expertos

En la ponencia inicial del debate, el abogado de Cuatrecasas Eduardo González glosó las ventajas e inconvenientes económicas de la inmigración, con balance favorable a las primeras. Juan Pedro Herrera, director de recursos humanos de Lilly, coincide en que la inmigración debe verse como una oportunidad, y no como un problema: 'Hay sectores enteros en los que, de no haber trabajadores inmigrantes, no se cumplirían las necesidades de trabajo'. Y pidió una política 'de libre mercado' en este aspecto: 'Hay una regulación excesiva. El inmigrante que no tenga trabajo acabará marchándose a otro sitio donde pueda encontrarlo. Es el mercado quien debe regular'.

Para González esa solución sería la más deseable, pero su viabilidad práctica es dudosa: 'En el seno de la Unión Europea, con libre circulación de trabajadores, no se pueden tomar este tipo de decisiones de forma unilateral'. Íñigo Capell, de NH, apuntó que sería necesario iniciar un debate de más alto nivel, por encima de países aislados'.

La opinión de la abogada de Sagardoy Ana Garicano resume el sentir general de los contertulios: 'Está claro que no puede haber una solución sin inconvenientes, y la propuesta los tiene, pero hay que comprender que, respecto a las personas que no tienen los papeles en regla, no caben planteamientos ordinarios'.

Por su parte, Juan Antonio del Pozo, subdirector de asignaciones internacionales de Endesa, llama la atención sobre la ausencia de flexibilidad de la normativa vigente, lo que lleva a tiempos perdidos demasiado largos. Lo mismo afirma Juan Segura, director de recursos humanos del Teatro Real: 'Nosotros traemos a artistas de talla internacional, no podemos estar mareándolos. Hace más de un año que no logramos ninguna exención de visado, así que tenemos que usar otras vías'.

Alberto Luján, de Seur, explicó las ventajas económicas que supondrá el afloramiento de cientos de miles de inmigrantes ilegales: 'Las cotizaciones a la seguridad social aumentarán en gran medida, lo que permitirá hacer frente a los requerimientos sociales que este colectivo tiene, esté o no regularizado'.

Sin embargo, González cree que el modelo recién acordado premia la picaresca: 'Sólo se puede estar legalmente sin papeles tres meses, pero, si estás seis, te premian. Se exige una ilegalidad para regularizar, lo que instaura un modelo basado en el arrojo personal'.

Otra preocupación es el posible efecto llamada respecto al resto de la Unión Europea, pero el mayor temor es que se produzca la compra masiva de contratos: 'Igual que hay matrimonios de conveniencia, habrá contratos de conveniencia', sentencia González.

Íñigo Capell: Director de recursos humanos internacional de NH Hoteles

'El mayor reto del futuro es el manejo de la diversidad cultural'Capell explicó que su empresa se enfrenta a una gestión de personas de muchas nacionalidades, un ejemplo de que 'las organizaciones tienen que manejar la diversidad, entendiendo las diferencias culturales'. Y no circunscribe este aspecto al personal de la propia empresa, sino también a los clientes: 'a medida que las economías del este de Europa o del sureste asiático se van haciendo más ricas, más ciudadanos de estos países demandan nuestros servicios. Capell cree que debe flexibilizarse la contratación en origen, 'para traer a España empleados de otros países por periodos cortos'.

Alberto Luján: Letrado asesor de Seur

'El empresario debería pagar las cotizaciones atrasadas'El letrado asesor de Seur Alberto Luján también critica que el proceso extraordinario de normalización exija una irregularidad (una estancia en el país sin los correspondientes permisos) para poder ser regularizado, pero entiende que hay que aflorar la economía sumergida. 'Es una buena idea dar un plazo breve para que los empresarios puedan regularizar a sus empleados, pero debería exigirse que se pongan al día en materia de cotizaciones. De otro modo, se produciría un agravio comparativo, premiando al que hizo trampas, y por tanto una competencia desleal'.

Juan Pedro Herrera: Director de recursos humanos de Lilly

'Se debe presumir la inocencia y hacer inspecciones posteriores'Juan Pedro Herrera aboga por un camino más abierto que el que propone el Gobierno: 'Creo que lo importante no es saber quién ha trabajado antes, sino quién trabaja ahora. Por eso debería haber una presunción de inocencia, y no de ilegalidad. Que se regularice a todo el que trabaja o tenga una promesa de trabajo, y, después, que las Administraciones realicen las inspecciones pertinentes'. Para Herrera, España no ha aprendido de los errores de otros países europeos en materia de inmigración: 'Si hacemos las mismas políticas, tendremos los mismos resultados'.