Zapatero negocia con Chirac y Schröder la prórroga de los fondos de cohesión
El Consejo Europeo del viernes permitió a Zapatero, Schröder y Chirac escenificar de nuevo su alianza. Los tres negocian la reforma del Pacto de Estabilidad, la prolongación del Fondo de Cohesión y la contención del presupuesto comunitario. España está dispuesta a aceptar la flexibilización del Pacto a cambio de recibir más fondos de Bruselas.
La creciente coordinación entre Madrid, París y Berlín puede deparar los primeros resultados concretos en junio de 2005. Ese mes, en teoría, culminarán las negociaciones sobre la reforma del Pacto de Estabilidad (que es de interés prioritario para Francia y Alemania), los presupuestos comunitarios (de interés para los tres países) y la canalización de los subsidios europeos hacia programas de investigación y nuevas tecnologías (prioridad para España).
El propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, estableció el viernes una relación inequívoca entre 'la relajación del Pacto, la agenda de reformas estructurales de Lisboa y, en cierto modo, las perspectivas financieras'. Tres temas que no figuraban explícitamente en el orden del día del Consejo Europeo celebrado en Bruselas.
Según explicó el propio Rodríguez Zapatero, el encuentro con los dignatarios de Alemania y Francia, versó sobre la ratificación de la Constitución europea, la voluntad de que 'Europa actúe y tome la iniciativa en Oriente Medio' y las consecuencias de la reelección de George W. Bush en EE UU.
Madrid, París y Berlín escenifican de nuevo su alianza tripartita ante el resto de los socios de la UE
Fuentes alemanas prefirieron hablar de 'una reunión privada, en la que sólo los protagonistas decidieron los temas de conversación'.
En todo caso, los intereses complementarios de los tres países, escenificados ayer de nuevo en el Consejo Europeo de Bruselas, apuntan a un acuerdo tripartito en los puntos más conflictivos de la agenda europea.
En presupuestos, donde Madrid defiende el mantenimiento parcial de los subsidios comunitarios mientras que París y Berlín abogan por limitar el gasto al 1% del PIB europeo, Zapatero percibe ya 'un escenario de acuerdo y entendimiento' entre los tres países.
El vínculo con la estrategia de Lisboa permitirá una canalización de los fondos estructurales hacia las inversiones en I+D y redes tecnológicas. El Gobierno confía en que España absorba en esas áreas los fondos que ahora se destinan a infraestructuras viarias.
A cambio, Zapatero se muestra 'comprensivo' con los países que 'quieren una aplicación más flexible del Pacto de Estabilidad, precisamente para conseguir los objetivos de la estrategia de Lisboa'. El canciller Gerhard Schröder había planteado horas antes sin ambages la necesidad de contar con normas fiscales que favorezcan el crecimiento.
Entre las propuestas de relajación, aparecen ya la exclusión del cómputo de déficit de partidas que van desde el gasto militar y en I+D a las pensiones.
1.000 millones en juego
París y Berlín ya han dado, según fuentes diplomáticas españolas, su aquiescencia política para una solución al deseo de Madrid de mantener parcialmente el flujo de subsidios comunitarios durante el próximo ejercicio presupuestario de la UE (2007-2013). La principal reivindicación española atañe al Fondo de Cohesión, unos 16.000 millones de euros que el presupuesto europeo destina actualmente a los países cuyo producto interior bruto no supera el 90% de la media comunitaria. España, que absorbe anualmente unos 1.800 millones de esos fondos (el 60% del total) rebasa estadísticamente ese umbral tras la última ampliación hacia el Este.Pero Madrid insiste en que el Fondo de Cohesión, creado en 1992 instancias de España, compensaba la apertura del mercado español a las importaciones europeas y el umbral de renta para perderlo se fijó en relación con los 12 socios que formaban entonces de la Unión. España confía en mantener al menos 1.000 millones de euros al año, lo que mitigará sensiblemente la inevitable pérdida de fondos estructurales durante los próximos ejercicios.