Spanair anuncia una batalla legal en España y Europa contra la decisión
Spanair utilizará 'todos los instrumentos jurídicos a su alcance en las instancias nacionales o comunitarias' contra la distribución por terminales en el aeropuerto de Madrid-Barajas acordada ayer por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).
'La nueva resolución de AENA parece contraria a sus propios actos y sin duda lesiona derechos y expectativas que Spanair y sus aliados harán valer con todos los instrumentos jurídicos a su alcance en las instancias nacionales o comunitarias competentes en razón de la materia', advirtió ayer la compañía aérea presidida por Gonzalo Pascual.
La aerolínea, que asegura que ella y sus aliados 'pueden llegar a sufrir importantes perjuicios económicos por la contravención de la resolución' del 30 de junio de 2003, aseguró, asimismo, que estos daños 'habrán de ser indemnizados previa su justificación'. Spanair afirma no haber recibido aún oficialmente la resolución de AENA, cuyo reparto 'podría contravenir los principios más elementales de libre competencia'. En este sentido, Spanair 'no permitirá el abuso de ninguna posición dominante de ningún operador aeroportuario en España', advirtió.
Spanair advierte que puede sufrir secuelas económicas que 'habrán de ser indemnizadas'
'La asignación de espacio, casi en exclusiva (92%) de la nueva T4 del Aeropuerto de Madrid-Barajas a favor de Iberia y de la alianza Oneworld podría contravenir los principios más elementales de libre competencia y la equidad y proporcionalidad que debe presidir en todo momento una decisión y adjudicación de unos recursos que como los dispuestos en la nueva terminal del Aeropuerto de Madrid, constituyen infraestructura pública financiada por todos los administrados', explicó la aerolínea.
La indignación de Spanair se contraponía ayer a la indisimulada satisfacción de la dirección de Iberia. La empresa que preside Fernando Conte consideró 'de sentido común' la nueva adjudicación de espacios y aseguró que esta distribución esta en línea 'con los criterios que la propia AENA había manejado desde que proyectó la ampliación del aeropuerto'.
'Estos son los mismos criterios técnicos que se manejaron desde un principio, que se olvidaron en un determinado momento, y lo único que ha hecho ahora AENA es volver a aplicarlos', explicaron fuentes de la aerolínea. Iberia asegura que su objetivo prioritario era que 'la distribución por terminales no supusiera empeorar la situación actual'.
En la misma línea se manifestó Air Europa, que valora 'muy positivamente' el nuevo reparto, ya que 'viene a ratificar la ubicación que se le había designado con anterioridad' y le permite compartir el espacio con sus futuros socios de la alianza Sky Team.
Air Europa, que ocupará junto con la alianza Sky Team, liderada por Air France, la terminal T3 y parte de la terminal T2, considera, en un comunicado de prensa, que su nueva ubicación en Barajas 'facilitará la operatividad de sus servicios'.
El nuevo reparto de espacios en el aeropuerto madrileño resulta 'altamente coherente para facilitar el desarrollo de las diferentes alianzas', por lo que 'contribuirá a la mejor distribución del tráfico y llevará a Barajas a convertirse en uno de los aeropuertos más efectivos y dinámicos de Europa'. Además, la decisión tomada por AENA 'implica una adecuada racionalización de las inversiones, permitiendo una utilización equilibrada de los espacios aeroportuarios con un alto grado de calidad de servicio para los pasajeros'.
El PP acusa
El Partido Popular, que impulsó la decisión previa de AENA que repartía la nueva terminal entre Iberia y Spanair, tachó de 'partidaria y discriminatoria' la nueva distribución de espacios y aseguró que es fruto de la 'obsesión enfermiza' de la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, por revocar las decisiones 'ajustadas a derecho' adoptadas por el Gobierno del Partido Popular. 'Denunciamos lo que es una partidaria distribución y adjudicación de los espacios de Barajas con la revocación del anterior acuerdo ajustado a derecho del 30 de junio de 2003', manifestó a Europa Press el portavoz de Infraestructuras del Partido Popular, Andrés Ayala.
Por otra parte, SAS, la matriz de Spanair, anunció ayer que la filial española logró entrar en beneficios durante los nueve primeros meses del año, al cerrar el periodo con un resultado positivo de 59 millones de coronas suecas (unos 6,5 millones de euros), frente a las pérdidas de 45 millones de coronas (unos 4,9 millones de euros) del mismo periodo del año 2003.
Además, el conjunto de ingresos logrados por la compañía durante los nueve primeros meses del año alcanzó los 6.250 millones de coronas suecas (690 millones de euros), lo que supone un incremento del 3,82%.
Una vieja guerra y sin tercero en discordia
Asunto clave para el sector El reparto de los espacios en la nueva terminal del aeropuerto de Madrid-Barajas se comenzó a plantear en 1998, casi en el momento del diseño de las nuevas instalaciones. Desde 2003, cuando AENA hizo el primer reparto, el tema ha enfrentado a las dos principales compañías aéreas españolas, Iberia e Spanair, mientras Air Europa, ha permanecido siempre al margen.Un activo codiciado Iberia, planteó desde el primer momento al Ministerio de Fomento y a AENA la posibilidad de que la compañía aérea participara en la financiación del nuevo terminal y su satélite, una idea desechada por el Gobierno. En el año 2002, siendo ya ministro de Fomento Francisco Álvarez-Cascos, el entendimiento entre AENA e Iberia sobre el nuevo aeropuerto quedó roto y pocos meses después el propietario de la red de aeropuertos anunció un reparto de espacios, que ubicaba a los dos mayores clientes de Barajas, Iberia y Oneworld, y Spanair y Star Alliance en las nuevas instalaciones, la T4 y su satélite.Iberia se opuso desde el principio a este reparto alegando que se concentraba en las nuevas instalaciones mas del 80% de la actividad del aeropuerto. La compañía decidió recurrir a la vía legal, a la vez que solicitaba formalmente a Fomento que le mantuviera en su actual ubicación en Barajas.La posición de Spanair La postura que han mantenido durante los últimos dos años Spanair y sus aliados de Star Alliance es no consentir que Iberia pueda monopolizar una inversión millonaria en los nuevos terminales de Barajas. El presidente de Spanair, Gonzalo Pascual, ha mantenido que el reparto de las nuevas instalaciones de Barajas supondría la consolidación de la liberalización del sector de la aviación comercial en España, que la propia Spanair y Air Europa habían protagonizado con éxito a partir de 1993.Air Europa quería quedarse. El presidente de Air Europa, Juan José Hidalgo, siempre se ha mantenido al margen de la pelea. Está satisfecho con la posición en la antigua terminal 3 que se le ha asignado. Hidalgo entiende que el traslado a las nuevas instalaciones y el propio diseño de la terminal 4 encarece extraordinariamente la operatividad de los vuelos.