El grupo está abierto a compras pero no a fusiones
Ángel Ron lo tiene claro desde el primer día. Eso es al menos lo que se desprende de los mensajes transmitidos ayer. No va a impulsar nuevos cambios en el consejo de administración, no va a proponer el nombramiento de un vicepresidente, ni a promover límites de edad para la jubilación de consejeros en el banco.
Si pretende, por el contrario, 'preservar la independencia' del Popular y adaptar su modelo de negocio a los cambios del entorno, pero siempre buscando mejorar la eficiencia y rentabilidad.
Por ello, la estrategia futura de la entidad pasa de nuevo por no participar en fusiones ni emprender 'aventuras empresariales para ganar tamaño por el mero hecho de hacerlo'.
Dicho esto, Ron volvió ayer a apostar, como ya lo viene haciendo desde hace tiempo el banco, por combinar el crecimiento orgánico con el de compras selectivas, y como ejemplo citó la adquisición del portugués BNC realizada el pasado año.
Ron se mostró confiado respecto al futuro del grupo y recordó que para ser el banco más rentable y eficiente de la Península Ibérica no es necesario abordar fusiones.
Ron también aprovechó ayer sus primeras 'reflexiones' como copresidente, para 'reiterar el compromiso del Popular con la transparencia'. Y recogiendo palabras de Luis Valls declaró que 'todo lo hecho, no sólo los resultados, ha de resistir la publicación incluso en la prensa especializada en el escándalo. En cualquier asunto que no supere esa prueba el banco renuncia a arriesgar, por grande que sea la expectativa del beneficio'.
La acción
El mercado acogió con un alza del 0,46% los resultados y la explicación del relevo en el Popular. Los títulos cerraron a 43,92 euros frente a las caídas en la cotización de los dos grandes, Santander y BBVA. El Popular movió 55 millones en operaciones.