Almunia quiere que Eurostat pueda auditar las cuentas públicas
Joaquín Almunia adelantará esta noche a los ministros de Economía de la zona euro sus iniciativas para mejorar la credibilidad de las estadísticas europeas. Entre las propuestas figura otorgar a Eurostat poderes jurídicos para auditar las finanzas públicas, lo cual suscita resistencia en las capitales.
La escandalosa revisión al alza del déficit público en Grecia ha sembrado la duda sobre la credibilidad de las estadísticas en que se basan la vigilancia presupuestaria y la política monetaria de la zona Euro, en un momento en que los medios de que dispone Bruselas para comprobar la veracidad de las cuentas que le trasladan los diferentes países no superan los 16 funcionarios.
La respuesta política no se ha hecho esperar y los ministros de Economía de la UE han encargado a la Comisión Europea la elaboración de normas mínimas de calidad que garanticen 'la independencia, integridad y control de los institutos nacionales de estadísticas'. Bruselas espera concluir estos estándares en junio de 2005. Pero el comisario de Economía, Joaquín Almunia, presentará hoy mismo al Eurogrupo sus ideas para garantizar el rigor estadístico en la zona Euro.
El plan incluye la polémica idea de otorgar a la oficina de Estadísticas comunitaria, Eurostat, poderes jurídicos para auditar los datos remitidos por los Gobiernos, incluidos las relativos a las finanzas públicas. 'Ahora siempre hay que pedir permiso a autoridades nacionales cuando queremos verificar algún dato', se quejan fuentes del departamento de Economía de la Comisión.
La CE sopesa que en las auditorías participen expertos de terceros países
La idea choca frontalmente con el tradicional reparto de competencias en el terreno estadísticos, pues Eurostat se limita ahora a compilar y validar los datos remitidos por las autoridades nacionales sin poner nunca en cuestión su veracidad. La oficina comunitaria, con sede en Luxemburgo, se limita a comprobar que las estadísticas están elaboradas con arreglo a los criterios armonizados por la Unión Europea.
'No hace falta exagerar la necesidad de cambios', señalan fuentes diplomáticas francesas. 'El debate sobre la calidad de las estadísticas se viene produciendo desde hace años y ahora no se pueden poner en cuestión todos los mecanismos puestos en marcha en los últimos años'.
Bruselas sopesa la posibilidad de suavizar su iniciativa incluyendo en el sistema de auditorías la presencia de expertos nacionales procedentes de un país distinto al auditado. Aún así, se espera una importante resistencia por parte de los diferentes Gobiernos.
La otra vía apunta a garantizar la independencia absoluta de los institutos nacionales de estadísticas que ahora, como es el caso de España, suelen depender del Gobierno. Eurostat ya mantiene una estrecha relación con esas oficinas nacionales, pero el objetivo sería establecer una red que actuase con arreglo a parámetros y calendarios exactamente iguales.
El caso griego sigue en estudio por las autoridades comunitarias
Los números sobre deuda pública, sobre el cómputo de los fondos comunitarios recibidos y sobre el registro de las contribuciones sociales y fiscales figuran entre la miríada de estadísticas remitidas por Grecia, que Eurostat ha puesto en cuarentena.La oficina de Estadísticas comunitaria ha desplazado hasta Atenas a varios de sus expertos (que acaban de regresar de una primera misión y preparan ya una segunda) para revisar todo el sistema de compilación estadístico de Grecia.Eurostat se negó ya el año pasado a validar los datos enviados por Grecia, sobre todo, los relativos a deuda y déficit público.Estos dos indicadores, como en el resto de los países de la zona Euro, revisten una especial importancia de cara a la aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.Grecia se libró de un expediente disciplinario por superar el límite de déficit del 3% previsto en el Pacto hasta que en mayo de este año admitió, tras intensos contactos con Eurostat, que sus números rojos alcanzaron el 3,2% en el año 2003.Desde entonces, las cifras se han revisado hasta el 4,6%. El próximo mes de noviembre expira el plazo para que Atenas presente medidas de recorte del déficit equivalentes al 1% de su Producto Interior Bruto (PIB). El caso griego, como ya ocurriera con el relevo en el poder en Portugal en el año 2001, ha puesto de manifiesto, según fuentes del Consejo de ministros de la UE, que 'la recopilación de estadísticas para el procedimiento de déficit excesivo siguen siendo vulnerables a los ciclos políticos y electorales'.En ambos casos, la revisión de los datos se produjo tras la sustitución de un gobierno socialista por uno conservador.El caso griego se puede complicar aún más cuando se cierre el efecto en el gasto público de los pasados Juegos Olímpicos de Atenas. El Ejecutivo griego ya admitió en junio que los gastos en infraestructuras habían sobrepasado con creces las previsiones iniciales. Una vez más, llueve sobre mojado.