AT&T se recompone en medio de especulaciones de compras
La historia de AT&T es en muy buena medida la historia del teléfono en EEUU. La empresa nació a finales del siglo XIX, prácticamente con la invención de este aparato, y durante la mayor parte del XX fue el gran monopolio de este servicio en el país. Pero la historia reciente está siendo dura con la que fuera la mayor y más estable empresa estadounidense. De hecho, desde mediados de 2004 se habla de AT&T como objetivo de opa. Los rumores sobre esta posibilidad han aumentado a principios de este mes una vez que la operadora, que es todavía la mayor proveedora de servicios de larga distancia del país, confirmó una segunda ronda de recortes de empleo que afectará a unos 7.000 trabajadores.
Los analistas esperaban este anuncio y sus previsiones, días antes, eran las mismas que hizo públicas la empresa. En Lehman Brothers, el analista Blake Bath, cree que los despidos continuarán en 2005. En total, la rebaja de plantilla este año es de 12.000 empleos. Se añade a este movimiento una amortización por depreciación de activos de 11.400 millones de dólares, que se produce unos meses después que la compañía anunciase su intención de concentrar sus esfuerzos en el mercado corporativo y no en el de telefonía residencial, donde va a reducir su presencia dejando decaer su política de marketing. Para los consumidores su única estrategia es venderles teléfono a través de Internet. El mercado de las empresas tampoco va a ser fácil para la operadora ya que sus ingresos en este segmento aún tienen que remontar, sus márgenes no son altos y los analistas creen que habrámás recortes de costes. Para Simon Flannery, de Morgan Stanley, el hecho de que en su último anuncio público AT&T no diera detalles de este negocio ¢refleja que hay cierta presión¢.
La decisión de concentrar su estrategia en el segmento corporativo se produce después de que el Gobierno decidiera no obligar a las operadoras regionales a alquilar sus redes a empresas como AT&T a precios por debajo del mercado como hasta ahora. Todos estos anuncios reflejan el profundo cambio que se ha vivido en esta compañía, sinónimo del teléfono durante años y que llega a 2004 muy ligera del equipaje que adquirió en los noventa.
En aquellos años, su ex consejero delegado, Michael Armstrong, tenía la visión de proporcionar telefonía, Internet y vídeo en un paquete y modeló la empresa para que esto fuera posible. El precio que se pagó para capitalizar la visión fue de unos 100.000 millones de dólares resultó ser muy elevado. La memoria de AT&T de 2000 muestra una plantilla de 166.000 empleados, ingresos de 66.000 millones y una deuda de 65.000 millones. El peso del pasivo cuando la crisis se agudizaba en las empresas de alta tecnología forzó a AT&T a prescindir de sus negocios de cable ymóviles. En 2003, los ingresos eran de 34.500 millones y la plantilla ya se limitaba a 61.600 empleados. En la actualidad, la estrategia puesta en marcha por David Dorman, presidente y consejero delegado, pasa por cerrar el ejercicio con una deuda de 7.000 millones de dólares, lo que unido a la política de reducción de costes y depreciaciones hace pensar a los analistas que la compañía está buscando potenciales compradores. ¢El adelgazamiento es inteligente porque hace a AT&T más atractiva¢, sentencia Bath de Lehman.