La financiación del Presupuesto
El autor analiza los Presupuestos Generales del Estado para 2005 desde el punto de vista de los ingresos. En su opinión, lo prudente en estos momentos de incertidumbre en la economía mundial hubiera sido contener la expansión del gasto público y de la presión fiscal
El Presupuesto del Estado para 2005 prevé ingresos no financieros por un importe de 117.591,72 millones de euros, con un crecimiento del 6,4% sobre el de 2004, siendo los ingresos impositivos, con el 90,8%, la principal fuente de financiación. Conviene analizar el comportamiento que se prevé para los impuestos en el próximo año.
Normalmente el rendimiento de los impuestos está muy ligado con el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB). Para el próximo año se prevé un crecimiento del PIB en términos monetarios del 6,3% y del 9% de los ingresos impositivos, resultando una elasticidad de los impuestos con respecto al PIB de 1,42, es decir que la tasa de crecimiento de los impuestos es casi el 50% superior a la del PIB. No parece que exista base suficiente para tal comportamiento, que supone que la presión fiscal prevista en el Presupuesto 2004 derivada de los impuestos, que era del 12,37%, pase a ser en el Presupuesto 2005 del 12,69%, con un aumento de 0,32 puntos.
Tan fuerte subida de la previsión de ingresos impositivos no tiene otra justificación que tratar de contener el déficit del Estado a consecuencia del crecimiento del gasto público, 6,3%, análogo a la del PIB, en tanto que en 2004 la tasa de aumento del gasto fue del 3,9% y la del PIB del 5,9%.
La tasa de crecimiento de los ingresos por impuestos es casi el 50% superior a la del PIB, y no parece que exista base suficiente para tal com-portamiento
En los momentos de gran incertidumbre por que atraviesa la economía mundial, estimo que hubiera sido prudente contener la expansión del gasto público y de la presión fiscal. Si, como prevén los analistas económicos y los organismos internacionales, el crecimiento se ralentiza, los ingresos impositivos caerán y el déficit del Estado se disparará; más aún con unas previsiones de crecimiento de los impuestos que estimamos muy alejadas de la realidad. El fuerte ritmo de crecimiento de los impuestos tendrá efecto negativo sobre la renta disponible de las familias, y en consecuencia sobre el consumo de las mismas, y por tanto sobre el crecimiento y el empleo.
La situación se ve agravada por el hecho de que las transferencias corrientes previstas recibir del Fondo Social Europeo descienden en el 31,8% (35 millones de euros) y las de transferencias de capital procedentes del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, Fondo de Cohesión y Feoga-Orientación se reducen en 127 millones de euros (8,5%).
Aunque, en términos absolutos, los importes no son significativos deben servir de aldabonazo para tratar de ir reajustando nuestro Presupuesto, para cuando en 2007 los recursos procedentes del Presupuesto comunitario experimenten una drástica reducción.
Por otra parte hay que tener en cuenta que el margen de maniobra del Estado es pequeño, como consecuencia de la gran transferencia de servicios a las comunidades autónomas, y de que las cotizaciones sociales están afectas a las pensiones dentro del presupuesto de la Seguridad Social.
Sobre poco más de un tercio del total del presupuesto de gasto no financiero del Estado, el Gobierno puede ejercer un cierto grado de discrecionalidad en la asignación de recursos: los gastos de financiación de las Administraciones Territoriales representan el 33% del Presupuesto no financiero y el 32% restante corresponde a las dotaciones para intereses de la deuda pública, pensiones de clases pasivas y aportaciones a la Unión Europea.
Se prevé que el déficit presupuestario del Estado para 2005 sea de 6.934,04 millones de euros. Dado que la variación neta de activos financieros se estima en 7.077,01 millones de euros, las necesidades financieras del Tesoro sobrepasarán los 14.000 millones de euros, precisamente el doble de lo necesario para financiar el déficit público.
Ello pone de manifiesto la fuerte intervención pública en la asignación de recursos a través de préstamos del Estado, tanto a entes públicos como privados, y de aportaciones patrimoniales, que en conjunto aumenta el 19,1% con respecto a 2004. En aplicación del principio de transparencia debería acompañarse como Anexo al Presupuesto una relación de cada una de las intervenciones del Estado que supone adquisiciones de activos financieros, bien de entes públicos o de empresas privadas, y las razones que justifican tales intervenciones. Como ya he dicho en otras ocasiones, tales intervenciones encubren actuaciones públicas que deberían integrarse dentro de los Presupuestos como gasto no financiero.
Como consecuencia de la emisión neta de deuda pública para financiar el déficit y la adquisición neta de activos financieros, se prevé que la deuda del Estado en circulación a finales de 2005 alcance el 40,2% del PIB, con una reducción de 0,8 puntos. De los datos del Informe Económico Financiero 2005 parece deducirse que la deuda de TVE emitida con aval del Estado no está considerada como deuda del Estado, a pesar de que en la comunicación de Eurostat se hacía constar que a todos los efectos se consideraría como tal.