El petróleo no cede
La huelga general de Nigeria y el anuncio de Venezuela de que aumentará del 1% al 16,6% el impuesto de explotación para las petroleras internacionales se dieron ayer un nuevo empujón a los precios del oro negro. El barril de Brent superó por primera vez en la historia los 50 dólares y el West Texas cotizó a más de 53,6. La escalada desde principios de año ronda ya el 65% y se está trasladando de forma acelerada a los precios de los carburantes.
La gasolina súper rebasó ayer el euro por litro, tras ganar seis céntimos desde el viernes. La sin plomo de 95 octanos se colocó en 92,9 céntimos y el gasóleo de automoción alcanzó los 83,5. Con lo cual, quienes se fueron de puente el viernes tendrán que pagar bastante más cuando reposten combustible para el regreso. Es de esperar, además, que crezca la preocupación de los sectores agrícola, pesquero y de transporte profesional, que llevan meses reclamando ayudas para paliar el efecto de la subida.
En el sector de aerolíneas, numerosas compañías han anunciado ya aumentos de tarifas aduciendo el alto precio de los carburantes. Y los transportistas están negociando con las empresas un aumento en el coste de los fletes que probablemente se trasladará a los precios finales de todo tipo de productos. El encarecimiento de la energía se dejará notar, pues, en toda la economía y pondrá en cuarentena los Presupuestos para 2005, que están basados en un barril a 33,5 dólares.
El Gobierno ha optado hasta ahora por minimizar los posibles efectos sobre la economía del repunte petrolero, al igual que hicieron al principio el Ejecutivo de Bruselas y el BCE. Pero las autoridades europeas ya empiezan a reconocer que la elevada factura energética puede recortar el crecimiento previsto, justo en el momento en el que las mayores economías del continente empiezan a despegar. El equipo de Pedro Solbes debería ofrecer cuanto antes un balance claro sobre los daños que prevé y las medidas que piensa adoptar para afrontarlos (si cree que son necesarias). Mirar para otro lado ha dejado de ser una opción.