Reglamento inversor
Una ley puede quedarse en nada sin un reglamento que permita aplicarla. Así ha ocurrido con la Ley de Inversión Colectiva, aprobada en 2003, vigente desde el pasado febrero y que no ha sido desarrollada reglamentariamente. Aunque ya circula un borrador oficioso, el trámite oficial no se ha iniciado y aún llevará semanas. La CNMV, cuya cúpula acaba de renovarse, tiene que definir aún muchos de los parámetros que han quedado abiertos.
Esta situación ha sumido en el desconcierto a la industria de la inversión colectiva. La comercialización en España de productos como las sociedades de inversión de capital variable (Sicav), los fondos cotizados y los célebres hedge funds depende de que se cubra el vacío normativo. Algunos expertos consideran que la apertura a inversiones alternativas prevista en el borrador es demasiado tímida, pero en cualquier caso necesaria. El mercado se impacienta.