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Energía

El petróleo vuelve a máximos por el miedo a la falta de suministro

La cotización del crudo vuelve, después de una ligera tregua, a marcar precios históricos por la inquietud de los mercados ante el descenso de la producción, mermado tras el paso de los huracanes tropicales que han afectado a algunas instalaciones petroleras marítimas. El brent, de referencia en Europa, cerró en 47,13 dólares, subida que coincide con un encarecimiento en Estados Unidos que ha llevado al West Texas a superar los 51 dólares, lo que supone un nuevo récord en los veintiún años que lleva cotizando.

Al cierre de la sesión regular, el precio de los contratos para noviembre de Petróleo Intermedio de Texas se ha situado en 51,09 dólares, después de un incremento de 1,18 dólares, o un 2,3%, respecto de la sesión anterior. El precio de este tipo de crudo, que se toma como referencia en Estados Unidos, subió hasta 51,30 dólares durante la sesión de hoy, lo que supone también el máximo nivel en los 21 años que lleva cotizando este contrato en el mercado neoyorquino.

El barril de crudo brent, de referencia en Europa, registró igualmente un precio máximo en el mercado de Londres, y los contratos para entrega en noviembre terminaron la sesión con un precio de 47,13 dólares por barril, 0,94 dólares por encima del valor de la sesión anterior.

Los analistas creen que las cifras que dará a conocer mañana el Departamento de Energía podrían indicar un descenso en torno al millón de barriles en las existencias de destilados, que incluyen el diesel y el gasóleo de calefacción. También se prevé un descenso en las reservas de gasolina y un incremento de entre uno y dos millones de barriles en las existencias de petróleo acumuladas durante la pasada semana.

Esto se suma a que los efectos del huracán Iván en los yacimientos del Golfo de México aún no se han superado y la producción no ha recuperado el ritmo normal, en un momento en que los principales exportadores y consumidores necesitan suministro con la llegada del invierno. Continúa también la inestabilidad en Nigeria, aunque la tensión ha disminuido tras la firma de un alto el fuego entre el gobierno nigeriano y los grupos rebeldes del Delta del Níger. Los atentados contra instalaciones de crudo en Irak y Arabia Saudí son también motivo de preocupación para los inversores.

En estos momentos el mercado teme que los países productores no sean capaces de atender un incremento en la demanda mundial ni compensar posibles interrupciones en las exportaciones. Los analistas estiman que la actual capacidad extra de los exportadores de petróleo es de alrededor de 1,4 millones de barriles diarios, cuando en la pasada década se situaba entre 3 y 5 millones.

La OPEP pide calma

Hoy mismo, el ex secretario de la OPEP ha asegurado que no hay razón para los precios actuales de crudo en el mercado internacional y no excluyó una próxima caída de la cotizaciones. Para el venezolano Alí Rodríguez existen factores estructurales para el aumento del precio, pero aseguró que el valor actual se debe fundamentalmente a los "altísimos niveles de especulación" en el mercado de futuros. "No hay razón para este nivel de precios porque en el mercado hay 'sobreoferta' y está 'sobresatisfecho'", aseguró Rodríguez.

"Yo creo que va a haber moderación de los precios porque la demanda está en 81.128.000 barriles y la oferta está en 84 millones, pero la mayor oferta es de 'crudos ácidos' (el que mayoritariamente producen los países de la OPEP), eso quiere decir que el remanente va a algún lado, a inventarios". Rodríguez recordó que "hace tiempo se hablaba de barriles ocultos, perdidos, pero había gran cantidad de reservas en barcos. Hay sobre todo cuando llega el invierno en la construcción de inventarios secundarios y terciarios que no aparecen en las cifras oficiales y eso muchas veces provoca sorpresas con fuertes caídas de precios".

En cualquier caso, indicó que hay factores estructurales que explican la subida del valor del petróleo como la pérdida de calidad del crudo que se extrae y las limitaciones de las refinerías estadounidenses. "En Estados Unidos hay un gigantesco cuello de botella: cuando hay suficiente abastecimiento de crudo no hay suficiente capacidad para correr en las refinerías y eso está ocasionando un déficit que estimamos por encima de los 2,7 millones de barriles diarios", explicó Rodríguez, subrayando que ese factor encarece el precio en el mercado estadounidense y obliga a ese país a importar un millón de barriles diarios de gasolina, "con lo cual los impactos del mercado norteamericano se trasladan a la cuenca del Atlántico".

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