El reloj corre para las NIC
Faltan apenas tres meses para que bancos, cajas de ahorros y todas las empresas que cotizan en Bolsa apliquen de forma obligatoria las nuevas normas internacionales de contabilidad (NIC), cuya puesta en práctica supone una de las mayores revoluciones contables de la historia. Pero para que el sector financiero pueda poner en marcha esta nueva contabilidad queda por resolver una parte fundamental: la nueva circular contable que redacta el Banco de España, cuyo borrador se espera para este mes. El Banco de España es el único supervisor europeo que ha decidido adaptar las NIC a la normativa nacional, algo que puede ser beneficioso para el sector español, pero que también tiene sus riesgos. La autoridad supervisora puede pecar de proteccionista, lo que choca con el espíritu de las nuevas normas, que deja mayor margen de maniobra a los gestores. Las mayores provisiones que rigen para la banca española son uno de los principales puntos de fricción entre la banca y su supervisor, pero no es el único. Y el reloj sigue corriendo en perjuicio de todos. Lo mejor es llegar al consenso, algo que bancos y autoridad supervisora han demostrado saber hacer siempre. Es deseable que ahora también.