La UE cifra el coste de integrar a Turquía en 20.000 millones al año
La Comisión Europea ha concluido los dos informes previos sobre el impacto de la adhesión de Turquía que servirán de base para su veredicto del próximo 6 de octubre sobre la apertura de negociaciones con Ankara. La Comisión considera positiva la adhesión, tanto para Turquía como para los actuales socios, y asumible el impacto presupuestario.
El tono favorable de ambos documentos apunta a un sí condicionado al comienzo de unas negociaciones que pueden prolongarse al menos durante una década. Los informes, de hecho, parten de la hipótesis de que la adhesión no se producirá antes de 2013, año en que expira el próximo plan presupuestario plurianual de la UE.
La Comisión calcula que, a partir de 2025, la incorporación de Turquía podría tener un impacto financiero cercano al 0,1% del producto interior bruto de la UE, lo que equivaldría, más o menos, a unos 20.000 millones de euros anuales. Esta predicción, señalan los expertos, puede variar sensiblemente en función de la convergencia de Turquía con el nivel de renta comunitario y de la propia evolución de la estructura presupuestaria de la UE.
Las partidas de la política agrícola común, que absorbe el 50% del presupuesto comunitario, quedaron congeladas antes de la última ampliación de la UE y se espera que ese gasto entre en franca regresión a partir de 2007.
En política regional (fondos estructurales y de cohesión), los países pueden recibir una cantidad máxima equivalente al 4% de su PIB nacional, lo que en el caso de Turquía, con los datos actuales, serían unos 8.000 millones de euros anuales. La aportación anual de Ankara al presupuesto comunitario, si se fija un techo del 1% como desean Francia y Alemania, ascendería a unos 2.000 millones de euros. La Comisión comunica el miércoles la decisión final.