La deuda de las comunidades aumenta mil millones en seis meses
La deuda de las comunidades autónomas alcanzó en en junio los 44.500 millones, con un crecimiento interanual del 3,1%. La Comunidad Valenciana sigue siendo la más endeudada en términos relativos.
Las comunidades autónomas siguen haciendo uso y en muchas ocasiones abuso, del recurso al endeudamiento para financiar sus crecientes necesidades de gasto. El saldo deudor global de todas ellas hasta el 30 de junio alcanza los 44.491 millones de euros, 965 millones más del cómputo con que cerraron el año 2003, según los datos que acaba de hacer públicos el Banco de España. Ello supone un crecimiento del 2,2% en un sólo semestre, porcentaje de aumento que se eleva al 3,1% si se compara con junio de 2003.
Todos los ejecutivos regionales justifican su mayor endeudamiento por el alto coste de las competencias asumidas, en especial, la de sanidad, un pozo sin fondo al que se echan recursos sin que nunca se llegue a ver el final.
No obstante, aunque el incremento de la deuda regional es alarmante en términos absolutos (los 44.491 millones suponen un nuevo récord histórico), no lo es tanto si se mide en comparación con la riqueza que se genera en cada territorio.
Baleares eleva su ratio para hacer frente a su menor crecimiento
Y es que el excelente crecimiento económico acumulado en los últimos años (por encima de la media de la Unión Europea) provoca que el endeudamiento regional medido en términos de producto interior bruto se mantenga en junio en un porcentaje similar al de fin de 2003 (el 5,8% del PIB).
Esta circunstancia (una deuda regional más o menos estabilizada en términos relativos) está siendo utilizada por gran parte de los Ejecutivos autónomos para reclamar al Gobierno central, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, mayores posibilidades de endeudamiento.
Pero los buenos datos de deuda en términos relativos pueden cambiar sustancialmente si el crecimiento económico se desacelera en los próximos meses por debajo de los niveles actuales. Por eso el Ministerio de Economía se muestra muy cauto a la hora de autorizar a las comunidades nuevos endeudamientos y les recomienda que no continúen elevando las cifras absolutas de deuda.
Como en todos los asuntos, las respuestas a estas recomendaciones son dispares dependiendo del Gobierno regional del que se trate. Por un lado, se encuentran comunidades con bajas cifras de deuda y nada interesadas en seguir elevándola como Castilla y León, y Cantabria (en torno al 3% del PIB), Después hay otras como Baleares que, partiendo de niveles bajos de endeudamiento los están incrementando rápidamente (ha pasado de 3,3% en diciembre de 2003 al 3,9% en junio) para hacer frente a su menor vigor económico.
Por último, hay otras como la Comunidad Valenciana, que continúa elevando su ya, de por sí, volumen ingente de deuda. En junio, llegaba al 10,8% del PIB (8.064 millones), siendo la primera comunidad endeudada de España en términos de PIB.
A continuación y a distancia le sigue Galicia (7,9% del PIB), Cataluña y Andalucía. (7,2%).
Las grandes urbes se endeudan más
Los entes locales, con un escaso endeudamiento hasta ahora, están variando su rumbo hacia el que llevan gran parte de las comunidades autónomas.En junio, la deuda global de los más de 8.000 municipios, cabildos y diputaciones provinciales, alcanzaba ya los 24.187 millones de euros, un 4% más que en diciembre. El ratio sobre PIB ha aumentado del 3,1% al 3,2%. Destaca, sobre todo el comportamiento expansivo de las grandes ciudades, gobernadas por equipos gestores con infraestructuras faraónicas en proyecto, que necesitan para ellas una gran financiación.Un ejemplo es Madrid con el Proyecto Olímpico 2012. Así, los seis núcleos con más de 500.000 habitantes (Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, Sevilla y Zaragoza) acumulan por sí solos una deuda de 4.764 millones (la quinta parte del total), y que supone un crecimiento del 6,2% sobre diciembre. Menos expansionistas son el resto de capitales de provincia y los pequeños municipios, con menores posibilidades para recurrir a un endeudamiento que no sea el crédito tradicional de bancos y cajas de ahorro locales.